Este viernes, la Superintendencia de Educación envió a los sostenedores de colegios una circular para guiar y reguardar el derecho a la educación de niños y jóvenes transexuales. Esto, con el fin de reforzar la entrada en vigencia de la Ley de Inclusión que termina con la selección, copago y discriminación de los alumnos al interior de los establecimientos.
El documento enfatiza en el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, lo que fomenta y asegura el desarrollo de los menores en todas sus áreas psicológicas y sociales.
La Superintendencia indica que los establecimientos deben adoptar medidas de apoyo de acuerdo a la identidad de los estudiantes, desde el uso de su nombre social hasta facilitar “el uso de baños y duchas de acuerdo a las necesidades propias del proceso que estén viviendo, y respetando su identidad de género”.
En este contexto, el superintendente, Alexis Ramírez explicó que estas medidas son según cada establecimiento, ya que no se ha impuesto una regla para aplicar la normativa.
“No hay una única fórmula. De hecho, hay numerosas experiencias exitosas de colegios que han aplicado mecanismos consensuados con las familias. El objetivo es el interés superior del alumno”.
Ramírez advirtió que en el caso que un colegio se niegue a tomar estas medidas, se realizarán sanciones debido a la gravedad de los hechos. "Lo importante es que se visibilice la realidad de estos niños. La circular viene a responder a una necesidad de los establecimientos que ya están viviendo esta realidad”.
Reacciones a la normativa
Frente a la normativa que busca la igualdad y protección de los derechos de los alumnos transexuales, han surgido diversas reacciones.
Hernán Herrera, presidente de la Corporación Nacional de Colegios Particulares de Chile (Conacep), sostuvo que efectivamente los colegios se deberán adaptar a esta norma, pero que es problable que pueda generar un problema con los apoderados “sobre todo cuando estamos hablando de un niño trans que entre a un baño que desde el punto de vista morfológico no le corresponde”.
Por su parte, la directora de Educación de Fundación Iguales, Isabel Amor, enfatizó en la importancia que tiene que el gobierno realice estas prácticas. Sin embargo, sostuvo que la decisión de los padres de dejar que sus hijos compartan con un niño trans también “se podría aplicar con un niño extranjero. Por eso es importante que se aplique esto con todas sus dimensiones”.
Por eso, dice Amor, hay que saber que todos los niños, sin importar su raza, religión u orientación sexual “tienen derecho a ser educados y nuestro deber es darles el contexto para que esa educación sea lo más sana posible”.
“Están imponiendo una práctica que no ha sido aprobada por la ley”
Tras la publicación de la circular, la Iglesia también entregó su opinión frente al tema en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal en Punta de Tralca.
El obispo de San Bernardo, monseñor Juan Ignacio González, afirmó que el documento "impone por la vía administrativa a todos los colegios de Chile una serie de prácticas que ni siquiera están aprobadas por la ley".
Por su parte, el presidente del Área de Educación del Episcopado, monseñor Héctor Vargas, sostuvo que la circular "fue totalmente inconsulta. Nunca se conversó con los colegios. No hubo posibilidades de reflexionar sobre el tema".
El sacerdote agregó que es "inaceptable esta metodología que instala temas al interior de la comunidad educativa de manera taxativa y con un lenguaje sancionatorio".