Quedan pocas horas para el eclipse solar en Chile. La tarde del 2 de julio la Luna comenzará a interponerse al Sol, generando una penumbra que será total en una franja de 150 kilómetros, que abarcará desde la localidad de Domeyko (Atacama) por el norte hasta Guanaquero (Coquimbo) hacia el sur. Sin embargo, el fenómeno será visible en un menor rango en todo el territorio nacional.
El día se hará de noche. La temperatura bajará por algunos minutos, correrá más viento y las aves se irán a dormir. Todo esto cuando sean 20 para las 5 de la tarde. Justo la hora en que muchos niños salen a jugar con sus amigos tras un día de escuela.
¿Cómo explicarles lo que sucederá y cómo evitar riesgos para su visión?
Para eso conversamos con Rodrigo Contreras Ramos, investigador del Instituto Milenio de Astrofísica de la UC. El astrónomo es conocido por ser el autor de "Bruno y el Big Bang", un libro que realizó con la ilustradora Carolina Undurraga, en el que explican de manera didáctica el origen del universo para los menores.
"Bruno" es un personaje que, al igual que muchos niños, tiene millones de preguntas, las que irá resolviendo durante la historia, con la que se busca acercar a los más pequeños a la ciencia. Este dibujo es además el protagonista de una cuenta de Instagram donde Rodrigo y Carolina han ido publicando gráficas relativas al eclipse de este 2 de julio.
Se trata de un evento que, como explica Contreras, es una oportunidad para explicar a los niños una serie de fenómenos: desde cómo es el sol, las etapas del eclipse y ciertos elementos que solo se pueden ver cuando la Luna se interpone a este astro, como es el caso de la corona solar y la cronósfera.
"Enseñar a través de un libro no es lo mismo que enseñar in situ. Hay un salto cognitivo tremendo, tu estás viendo realmente algo", explica.
-¿Cómo explicar a los niños lo que va a suceder ese día?
"Yo creo que los niños van a tener un gran interés en este evento. Y creo que lo más importante es contarles realmente lo que ellos van a ver. Es importante, porque en algún minuto pensamos que éramos el centro del universo, pero después entendimos que no somos el centro del universo, de que está lleno de galaxias, estrellas, planetas y posiblemente hay vida. No somos especiales, pero sí somos muy afortunados. ¿Por qué? Porque se da una coincidencia increíble del tiempo y del lugar en que estamos viviendo hoy día. Y eso hace que seamos realmente afortunados", señala.
Para explicar cómo se produce un eclipse, el astrónomo utiliza como ejemplo una pelota de basquetball de 25 centímetros, además de otras dos pequeñas bolitas que simulan el tamaño de la Luna y la Tierra. "Cuando estos tres objetos se alinean, la Luna puede tapar perfectamente al Sol y tenemos un eclipse solar", adelanta.
Revisa la explicación en el siguiente video.
¿Por qué el eclipse se producirá en Chile?
La clave está en que el Sol es un astro que emita mucha luz. Sin embargo, este 2 de julio, la alineación entre estos tres cuerpos generará una sombra de cerca de 150 kilómetros que, como ya explicamos, se verá entre el sur de la región de Atacama y el norte de Coquimbo.
"Un eclipse es la luz proyectada del Sol, que pasa a través de la Luna. La Luna hace esta sombra y se genera esta sombra muy pequeñita y es por eso que no todos lo pueden ver. Solo las personas afortunadas", explica Contreras.
En nuestro caso, Chile será doblemente afortunado: junto al eclipse de este 2 de julio se producirá un nuevo evento, de similares características, el 14 de diciembre de 2020 en la región de La Araucanía.
¿Qué cuidados se deben tener con los menores?
En los últimos días el gobierno y entidades de divulgación astronómica han intensificado la campaña para ver el eclipse de manera segura. Y es que si bien se tratará de un evento fascinante, las personas pueden quedar con daños irreparables a la retina en caso de observar el Sol sin un filtro adecuado.
"Los cuidados son básicamente iguales para todos, pero con los niños hay que tener un poco más de cuidado", señala el astrónomo.
El coautor de "Bruno y el Big Bang" explica que "lo que está pasando acá es que en durante la totalidad se va a volver oscuro y por lo tanto nuestras pupilas se van a dilatar para poder recibir más luz. Entonces lo que pasa justo después del eclipse es que el Sol empieza a aparecer nuevamente y en ese momento es cuando tenemos que cubrirnos de nuevo".
"Ese es el momento seguramente más peligroso, porque tienes la pupila dilatada y te empieza a llegar luz de manera muy fuerte, incluso aunque esté tapado el 1%. El Sol es 400 mil veces más brillante que la Luna, por lo tanto si tu tapas el 99% de nuestra estrella y dejas un 1% igual sigue siendo 4 mil veces más brillante que la Luna. Entonces toda esa luz podría llegar hacia nosotros y provocarnos un gran daño, porque ahí tenemos los rayos ultravioleta, y esta puede provocar grandes daños en nosotros y más que nada en los niños, porque ellos tienen receptores que todavía pueden percibir mucha luz azul; nosotros los más grandes tenemos un filtro, entonces esa luz no pasa tanto hacia nosotros. Por lo tanto, con ellos hay que tener mucho más cuidado", detalla.
Para esto, las precauciones son las siguientes: "Lo que se sugiere es usar una protección adecuada, que puede ser los anteojos que cumplen la norma ISO 12312-2 o vidrios para soldar grado 12 o superior".
Y hay cosas que NO SIRVEN PARA VER EL ECLIPSE: "Lo que no está en absoluto permitido es mirar con anteojos de Sol normales, porque no tienen el filtro necesario para la radiación solar del eclipse, o mirar a través de radiografías, o de vidrios ahumados, ni con telescopios que no tengan un filtro adecuado".
Ojo con los celulares y las selfies
Por otro lado, este será el primer eclipse en todo el territorio nacional tras la irrupción de los teléfonos móviles. Aunque un smarphone permite guardar un recuerdo para siempre de un momento, el gobierno y la Sociedad Chilena de Oftalmología han recomendado no tomar fotos al Sol. ¿Por qué?
El astrónomo explica: "Generalmente en ese momento en que quieran enfocar no van a estar tapando completamente el Sol. Entonces sin querer pueden estar viendo una parte del sol y eso ya es dañino, muy dañino. Y la selfie tampoco, porque al tener el teléfono con el Sol en tu espalda, los rayos vienen desde atrás tuyo, pero rebotan en la pantalla. Y esos son los que después te llegan al ojo y pueden producir un daño permanente".
Todas las Ilustraciones: Carolina Undurraga