La Fundación DKMS celebró uno de los hitos más importantes de su historia el pasado 10 de mayo: gracias a los donantes registrados en DKMS, se han podido entregar 100 mil segundas oportunidades de vida a pacientes con enfermedades mortales a la sangre de más de 57 países. Una cifra que representa alrededor del 40% de los trasplantes no emparentados que se realizan a nivel mundial.
La conferencia de prensa organizada por DKMS Global en Colonia, Alemania, contó con la participación especial de representantes de la entidad en Chile, debido a los grandes logros que se han alcanzado en nuestro país en tan solo cuatro años: más de 120 mil potenciales donantes registrados, más de 140 segundas oportunidades de vida entregadas a pacientes chilenos y extranjeros, y un notorio aumento en las probabilidades de encontrar donantes no emparentado para pacientes chilenos.
“En esta conferencia se habló de nuestra trayectoria, de los proyectos que hemos concretado y el increíble avance que hemos tenido. Agradecemos la disposición de los y las donantes, personas anónimas que de manera desinteresada se ponen a disposición para entregar una segunda oportunidad de vida. Gracias a ellos, a la comunidad médica, autoridades, pacientes y agrupaciones de pacientes, hemos podido avanzar en facilitar y mejorar el acceso a trasplante”, afirma Ignacia Pattillo, directora ejecutiva de Fundación DKMS Chile.
Una historia de más de 30 años
Cada una de estas personas comparten historias de vida llenas de esperanza, alegría y, a la vez, de mucha tristeza y miedos devastadores. Como la de Catalina Sanhueza, una niña chilena que a sus cortos 6 años fue diagnosticada con leucemia.
Su carisma inspiró a más de 10 mil personas a registrarse como posibles donantes. Hoy, ya trasplantada, vive con la alegría de quien tiene una segunda oportunidad de cumplir sus sueños. “No todo el mundo es tan afortunado. Muchos pacientes y familiares esperan ayuda, por lo tanto, mi llamado es: por favor, regístrense”, dice.
Historias como la de Cata y las otras miles de donaciones, son un poderoso recordatorio del impacto que tiene el trabajo de la organización en los pacientes, sus familias y amigos. “Es lo que nos motiva todos los días en nuestra misión de salvar vidas”, dice la Dra. Elke Neujahr, Directora Ejecutiva Global de DKMS.
“Cada 27 segundos alguien en el mundo es diagnosticado con cáncer de sangre. Cada año, miles de familias escuchan la desgarradora noticia de que su ser querido necesitará un trasplante de células madre sanguíneas para sobrevivir. 100 mil segundas oportunidades en la vida son, por lo tanto, una fuerte señal de esperanza para todos aquellos que enfrentan el momento más difícil de sus vidas”, agrega.
“En 1991 fundamos DKMS Alemania en honor a mi madre, que padecía leucemia, y su legado nos inspira hasta el día de hoy: que cada paciente que necesita un trasplante de células madre sanguíneas encuentre un donante compatible que pueda darle una segunda oportunidad en la vida”, cuenta Katharina Harf, presidenta del Directorio de Fundación DKMS.
La diversidad étnica salva vidas
Un factor crucial en el éxito de un trasplante de células madre sanguíneas es el grado de compatibilidad entre las características del tejido del donante y del paciente. Dado que las características de los tejidos varían según la genética y la región, la organización está haciendo todo lo posible para registrar tantos donantes de diferentes etnias y nacionalidades como sea posible.
Es necesario contar con una base de datos genéticamente diversa de donantes para garantizar que todos los pacientes tengan la oportunidad de encontrar su compatibilidad. “La importancia de la llegada de DKMS a nuestro país es concreta. En Chile, cada 2 horas alguien es diagnosticado con una enfermedad mortal a la sangre, como la leucemia, y muchos de ellos van a necesitar un trasplante de células madre sanguíneas de un donante compatible para sobrevivir", explica Pattillo.
"Desde que DKMS está en nuestro país, la probabilidad de que un paciente chileno encuentre a su donante compatible no emparentado, ha aumentado de un 30% a un 50% en cuatro años”, agrega.