Las denunciantes de Herval Abreu pidieron un cambio legal tras el sobreseimiento por presuntos abusos sexuales que se le otorgó este viernes al director de teleseries frente a cuatro de las cinco denuncias que enfrenta.
Las actrices Carolina Contreras, Antonella Orsini, Carola Paz, Fedra Vergara, Andrea Zuckermann y la guionista Bárbara Zemelman, presentaron una declaración en que señalan que el hecho "que se reconozca que los hechos acontecieron, pero que no son constitutivos de delito, sólo deja entrever que, lamentablemente, nuestra estructura legal no da cuenta de los consensos que hemos alcanzado como sociedad".
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Y agregaron que "la ley penal chilena considera que, pese a que no haya consentimiento, no hay violación ni abuso si no hay utilización de fuerza física u otra causal establecida en la ley. Por tanto, el problema aquí no es que falten antecedentes, sino que los hechos son atípicos, lo que no hace más que evidenciar las deficientes políticas criminales que inspiran nuestra legislación".
En cuanto a la decisión del Ministerio Público de no perseverar en la causa, señalaron que "al denunciar sabíamos que podríamos enfrentarnos a vacíos legales".
Y añadieron que "se logró acreditar que los hechos ocurrieron, se demostró también que nuestros testimonios eran ciertos y que constituían un reflejo de prácticas habituales y legitimadas en nuestro medio y en tantos otros".
Por otro lado, agradecieron el apoyo dado por sus propios compañeros de trabajo y por la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, "quién nos contactó para ofrecernos ayuda desde el comienzo". También, valoraron el trabajo realizado por la Fiscalía Metropolitana Oriente, su iniciativa para investigar los hechos, y "su trato respetuoso y ágil".
Las denunciantes aseguraron que se cierra una etapa, pero que comienza otra, ya que "creemos que aún hay cosas que hacer".
Aseguraron que "urge promover un cambio cultural de protección y educación en materias de género, y reforzar los sistemas de prevención de abuso en ambientes especialmente jerárquicos".
En ese sentido, dijeron, "es necesaria la revisión de las políticas criminales actuales respecto de los delitos sexuales, ya que, si no se prohíben y sancionan estas conductas, los consensos que hemos logrado como sociedad frente a la prevención de abusos, se convierte en meros acuerdos de palabra".
Y enfatizaron que la intención de denunciar a Herval Abreu para ellas fue visibilizar una situación que afecta, no solo a ellas, sino que a muchas mujeres en ambientes laborales, artísticos, familiares o académicos.
"Poner sobre la mesa este tipo de actuar nos permite hacernos conscientes de conductas nocivas que se han normalizado en el transcurso del tiempo y que solo vulneran nuestra dignidad", declararon.
Explicaron también que la primera consecuencia que trajo la denuncia fue "un intento por silenciar nuestros relatos. Se nos acusó de llevar a cabo una "cacería de brujas" para denostar públicamente a Herval Abreu".
Incluso, se filtraron sus declaraciones más privadas, lo que "logró amedrentar a otras víctimas que, por ello, prefirieron callar".
