Denunciante de "La cofradía" envía carta al Vaticano pidiendo que obispo Goic no investigue el caso
Fue hace solo días que Elisa Fernández envió una carta al nuncio apostólico Ivo Scapolo. En la misiva la denunciante de "La Cofradía" solicita que el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, sea retirado de su rol de investigador de los abusos que habrían ocurrido al interior de la diócesis.
Y, que en su lugar, se envíe un investigador o equipo investigador canónico externo a la diócesis de Rancagua "que sea imparcial". La carta -a la que accedió T13- ya fue enviada por la nunciatura al Vaticano vía valija diplomática.
El caso surgió a raíz de un reportaje de Canal 13, que dio cuenta de denuncias hechas en contra del párroco de Paredones, Luis Rubio Contreras, y otros religiosos quienes serían parte de una “cofradía” de sacerdotes de la diócesis de la ciudad, autodenominada “La Familia”, y cuyos miembros -se presume- cometieron conductas sexuales impropias y posibles abusos. Tras esto, la Diócesis de Rancagua decidió suspender a 14 funcionarios. Junto con esto, se interpuso una denuncia ante la fiscalía y se remitieron los antecedentes a la Santa Sede para un eventual proceso canónico.
Es en el marco de este último proceso, que la denunciante señala que Goic estaría inhabilitado para ejercer su rol. "A estas alturas derechamente solo puedo pensar que buscaba encubrir, y debe ser investigado él junto con los sacerdotes, por no haber actuado con celeridad, con prontitud y con la diligencia que correspondía. Hoy es absolutamente tarde tomar medidas de su parte", asegura en uno de los párrafos más duros de la misiva.
La denunciante relata una serie de episodios para sustentar su postura. Según cuenta, "en cuatro ocasiones, en un lapso superior al año y medio" se reunió y mantuvo contacto telefónico con el obispo, "denunciando hechos de diversa gravedad asociados a conductas impropias".
Fernández agrega que entregó a Goic un listado de "nombres y hechos" vinculados a la denuncia. En este contexto, asegura que el obispo "me solicitó 'no incluir' a algunos sacerdotes en dicho listado, debido a que tenía claridad de que lo expuesto por mí no era así".
Junto con esto -asegura- Goic le habría consultado si estaba dispuesta a denunciar esto "frente" a los sacerdotes y firmar un documento para dar "seriedad" a las denuncias.
La denunciante asegura que cada vez que se reunió con el obispo éste le solicitaba "pruebas" para tomar acciones. Una medida que, dice, no se condice con las líneas de acción en que se debe actuar frente a estos casos, como es la acogida, contención y deber de investigar. "Peor aún si el obispo responde públicamente que 'no estudié para detective'. Entonces asumo que la persona que ingresa una denuncia debe ser detective, llevarle las pruebas de lo denunciado, en una carpeta investigativa completa, recabando antecedentes y luego de todo esto recién se puede denunciar".
Sin embargo, asegura que "el propio obispo Goic me indicó claramente y en más de una oportunidad que tenía antecedentes y claridad de varios de los casos, que trasladar a un sacerdote de una parroquia a otra era trasladar el problema. Nuevamente me pregunto, ¿en lugar de trasladar el problema, no es lógico y obvio terminar con el problema?".
Adicionalmente, sostiene que el obispo optó por consultar a los denunciados, "lo que deja claramente en evidencia la falta de criterio (...) jamás un acusado se hará responsable de un hecho que se le impute".
Elizabeth acusa que los canales de denuncias de la iglesia "son absolutamente inoperantes" y "denigrantes", donde "nada funciona y nadie se hace responsable de nada, manteniendo en la más completa impunidad a sacerdotes y obispos, permitiendo el encubrimiento y, lo más grave de todo, ocultando lo que en la mayoría de los casos es sabido, dejando así a las víctimas y denunciantes en la más completa soledad e indefensión".
El pasado 26 de mayo, y en medio del impacto del reportaje de Canal 13 que dio a conocer a "La Cofradía", el obispo Goic renunció a su cargo al Consejo de Prevención de Abusos del Episcopado, siendo relevado por el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González.
Sin embargo, conocedores de la causa señalan que en el evento de que se establezca una investigación canónica, Goic tendrá un rol clave en la investigación debido a su rol como obispo.
"Hoy, señor nuncio, con dolor, rabia e impotencia, sé que no se puede hacer nada por los que sufrieron abusos de todo tipo por parte de religiosos. El daño ya está hecho y es irreparable, y sólo Dios podrá con el tiempo sanar sus heridas, pero sí se puede evitar que esto siga sucediendo (...) Y por lo mismo le solicito que de una vez por todas se tomen las medidas que debieron tomarse tantos años atrás, y se nos escuche y se nos haga parte de la Iglesia, porque la Iglesia somos todos", finaliza la carta.