Un grave ataque por parte de humanos sufrieron dos ejemplares del gato güiña, el felino más pequeño del continente, en la localidad de Carelmapu, en la comuna de Maullín, en la Región de Los Lagos.
Ambos fueron atacados con objetos contundentes. Uno presentaba una perforación en su cuerpo producto de un objeto cortopunzante y otro tenía una trauma en el cráneo producto de un golpe.
Los felinos fueron rescatados para ser trasladados al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad San Sebastián en Puerto Montt, aunque el que fue atacado con un arma blanca no logró llegar ya que falleció producto de sus heridas.
En cuanto al otro ejemplar, se encuentra en proceso de recuperación: "Debido a la severidad de la lesión y a las secuelas que este tipo de traumas pueden ocasionar, se podría impedir la reinserción a su ambiente natural. Sin embargo, poco a poco está respondiendo al tratamiento. Esperamos que tenga una nueva oportunidad", indicó Carola Valencia, médico veterinario del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre, Cerefas de la sede De la Patagonia de la USS.
Según indicó Valencia en un artículo en la web de la casa de estudios, este tipo de ataques por parte de humanos a güiñas responde a la competencia de espacios entre ambos.
"La mayor parte de las valoraciones negativas del conflicto güiña-humanos están asociadas a la posibilidad de depredación de aves, además de tener sustento en creencias populares, mitologías y simbolismos. Por eso, generalmente son atacadas. Sin embargo, su función biológica los hace ser un controlador de plagas, como el ratón colilargo, pero no todos lo asocian a ello", dijo.
Este tipo de felino también se ve afectado por la destrucción de su hábitat debido a la pérdida de bosques y matorrales. Por otro lado, en el caso del ejemplar que está en recuperación, se espera que pueda ser reinsertado una vez supere sus heridas.