Indignación total causaron los videos de un delincuente que utiliza sus redes sociales para mostrar cómo se quita su tobillera electrónica.
En cuatro ocasiones, el sujeto se sacó la tobillera con un alicate y además, publicaba videos en TikTok.
Incluso, en un registro grabó la llamada de un gendarme que le preguntaba si le había pasado algo a su dispositivo, lo cual negó tajantemente.
En el año 2014, se instauraron las tobilleras electrónicas con el fin de solucionar el hacinamiento en las cárceles, por lo que algunos imputados por penas inferiores a cinco años cumplen sus penas fuera de las rejas.
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A través de Transparencia, Gendarmería indicó a T13 que en el 2020 habían más de 8 mil personas con tobillera electrónica, cifra que aumentó hasta fines del año pasado, cuando estaba cerca de alcanzar los 12 mil.
Asimismo, cuando un dispositivo sufre una intervención, Gendarmería llama a los delincuentes y además, tienen entre 12 a 72 horas para informar a Fiscalía sobre las fallas para tomar una decisión, ya que, en teoría, quien rompió su tobillera debería cumplir su pena en la cárcel.
Sin embargo, si la agenda del Tribunal está muy colapsada, la audiencia podría tardar hasta un mes, tiempo en el cual el condenado estaría sin supervisión.