El colectivo artístico Delight Lab denunció que sus integrantes han sido víctimas de amenazas, amedrentamientos, hackeos y censuras.
La denuncia ocurre luego de la polémica generada a principios de esta semana, cuando proyectaron la palabra "Hambre" en un costado del edificio de Telefónica, justo en medio de reclamos por grupos de la ciudadanía para agilizar la ayuda gubernamental y hacer frente a una de las crisis derivadas del coronavirus.
Sin embargo, un día después, el mismo estudio lumínico intentó proyectar otro mensaje en el edificio, pero este fue tapado por otros focos.
Desde el organismo indican que "nuestro trabajo responde a una profunda sensibilidad artística y humanitaria y, en particular, ante las crisis sociales y ambientales que ocurren en Chile y en el mundo, hemos querido expresar creativamente, de manera pacífica y silenciosa, una sensibilidad universal sólo utilizando la luz".
De igual manera, relataron que el 17 de mayo, su cuenta de Instagram fue hackeada y debieron crear otra.
El 18 de mayo, tras proyectar la palabra "Hambre", recibieron "emails, mensajes personales, ataques e insultos a través de redes sociales e incluso cuentas privadas".
"Además, subieron fotos nuestras, que incluían nuestro RUT, direcciones y otros datos privados. No reproduciremos acá el calibre de los insultos y groserías recibidas, pero nos advertían que nos 'cuidáramos' y que si seguíamos haciendo nuestro arte sufriríamos las consecuencias", agregaron.
Y, respecto al 19 de mayo, manifestaron que los focos blancos que taparon la palabra "Humanidad" y que el vehículo de donde provenían las luces, estaba "especialmente habilitado y protegido por Carabineros, iluminando la zona de manera de hacer ilegibles los mensajes, en un inaceptable acto de censura y atentado a la libertad de expresión".
Cuestionamientos al diputado Schalper
Desde Delight Lab manifestaron que, a todo lo anterior, "se suman las inaceptables palabras del diputado Renovación Nacional, Diego Schalper, quien nos trató de 'miserables' y pidió que se investigara y persiguiera a quienes estaban detrás de las proyecciones lumínicas porque responderíamos a una 'ideología y agenda política, violencia incluida'”.
"Estas declaraciones sí son violentas, no lo que hacemos nosotros, e incluso alguien podría interpretarlas como una incitación a las persecuciones y amedrentamientos que estamos sufriendo", cuestionaron.
En esa línea, manifestaron que "lo que menos podemos pedir es que la autoridad cumpla con protegernos y lo que pacíficamente hacemos, sancione a los responsables y aclare estos hechos sean aclarados a la brevedad".
"Nuestra acción de arte, lejos de ser un delito, ha sido visto por la mayoría de la gente (eso está consignado vastamente en la prensa) como un acto humanitario y sensible del duro momento que vivimos", cerraron.