Este jueves los estudiantes de séptimo año de Medicina de la Universidad Católica depusieron la paralización que habían iniciado ayer, exigiendo condiciones mínimas para poder desempeñar sus labores en los centros de salud donde realizan sus internados, y poder evitar contagios.
Entre las falencias, los estudiantes acusaban falta de insumos médicos, como mascarillas, además, acusaban falta de cobertura de seguros.
Por el momento se desconocen las razones por las cuales se bajó la paralización, que había recibido el respaldo de internos de otras casas de estudio. Pero el fin del paro es un hecho, confirmaron autoridades de la UC.
El paro de los estudiantes de medicina no solo había generado polémica en redes sociales, sino que un fuerte rechazo por parte de las autoridades de la Escuela de Medicina.
"La paralización de las actividades frente a una crisis sanitaria nacional de extraordinaria gravedad constituye, ciertamente, una grave falta a la etica y profesionalismo medico. Lo anterior nos entristece y nos averguenza como escuela de medicina", señalaron en una declaración enviada a los estudiantes por parte del director de la Escuela de Medicina, Rafael Torres, y la directora de pregrado, Marcela Cisternas.
En la misiva, las autoridades, ambos médicos, recordaron que "el profesinalismo es la base del contrato de la medicina con la socieda y exige colocar el interés del paciente por encima de los del médico".
Y agregaron que, considerando el estado de excepcion "la ausencia injustificada de los internos en los lugares de trabajo se considerará una falta grave, con las consecuencias que corresponda". Este punto, ha trascendido, habría sido crucial en la decisión de suspender la paralización.
Es así que, junto con instarlos a integrarse a sus equipos de salud con "profesionalismo", les plantearon que siguían disponibles "a pesar de la carta recibida" para recibir aportes.
Al rechazo de las autoridades académicas se sumó el ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien remarcó que los estudiantes de séptimo año están habilitados para ejercer la medicina, sujetos a vigilancia. Junto con esto, el titular del Minsal afirmó que se trataba de una situación puntual y que no creía que esto fuera a marcar un precedente.
