En los últimos días, el nuevo coronavirus, o COVID-19, ha incrementado su presencia en Chile. Durante la jornada de este miércoles, el ministro de Salud Jaime Mañalich confirmó 238 casos de contagiados, y se espera que esta cifra aumente.
Este virus consiste en un espectro de síntomas que van desde cuadros leves como un resfriado común (rinorrea, dolor de garganta, tos, fiebre) hasta un cuadro respiratorio severo que puede causar la muerte, en especial en población vulnerable, es decir, adultos mayores o con enfermedades crónicas.
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Si bien hasta el momento no hay cura ni tratamiento para el COVID-19, sus síntomas por sí solos son bastante conocidos por estar asociados a otras enfermedades. Por lo mismo, existen muchos remedios caseros o "mitos para combatirlos". ¿Son realmente efectivos?
Mitos y verdades para aliviar síntomas
Según explicó Roberto Olivares, infectólogo del Hopital Clínico de la Universidad de Chile, una cosa es la mejoría de síntomas, y otra cosa es que estos remedios caseros sean realmente eficaces en acortar el periodo de enfermedad o sean activos frente a un determinado patógeno.
“El sentir alivio es algo bien subjetivo”, declaró el experto a T13.cl.
Sobre los clásicos mitos de tomar té con limón, Olivares explicó que no hay estudios serios que sustenten estas prácticas.
“No hay estudios serios hasta donde yo sepa que estudien el té o la miel. Sé qué hay con vitamina C, pero no ha sido de beneficio. De que estos remedios causen alivio... probablemente sí lo hagan, pero que mejoren a los pacientes probablemente no. Hay una diferencia ahí”, indicó.
Sobre el conocido remedio casero de consumir ajo para aliviar la secreción nasal, Olivares aclaró que es sabido que el ajo puede estimular el sistema inmune, pero nuevamente no existe un estudio serio que lo declare.
“Es conocimiento o sabiduría popular, pero respaldo científico no tiene. Lo mismo pasa con el propóleo, también se dice que estimula el sistema inmune, como para mejorar las defensas, pero nadie ha hecho un estudio grande de miles de pacientes comparando un grupo tomando propoleo versus otro que tome placebo y ver si el grupo placebo hace más infecciones por ejemplo. No digo que no pueda servir, digo que la evidencia científica es más bien escasa, y así es con todos los remedios caseros”
Otro mito que se conoce es tomar duchas frías o aplicar paños fríos para bajar la fiebre. Según el doctor, esto sí es verídico. “En los niños es una forma común de bajar la temperatura, pero tiene que ser con agua no tan helada porque la sensación de cambio de temperatura es muy grande. Hay que tener cuidado”.
Hay personas que bajo la misma línea aplican bolsas de hielo para bajar la temperatura. Según Olivares esto resultaría dependiendo de la tolerancia de las personas.
“Si la persona lo tolera puede ser. Pero lo habitual es que sea algo frío pero no congelado. Antes era muy típico que te pusieran rodajas de papas en la frente. Eso te absorbía el calor y sí funcionaba”.
