El nuevo coronavirus, o COVID-19, ya está confirmado en Chile. Según informó el Ministerio de Salud, el primer contagiado es un médico de 33 años de San Javier, región del Maule, que recientemente había viajado a Singapur.
El paciente está siendo tratado en el Hospital de Talca, y fue aislado del resto de los enfermos, tal como indica el protocolo de emergencia. Sin embargo, según el infectólogo Carlos Pérez, de la Universidad San Sebastián, lo más probable es que se activen más casos en nuestro país.
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Ante esta situación, la preocupación crece. Por lo mismo, ¿deberíamos comenzar a utilizar mascarillas para evitar la prevención de coronavirus?
Según explicó el infectólogo Sebastián Solar, de la Clínica Alemana, el uso de mascarillas frente al nuevo COVID-19 no es necesario para las personas que están sanas. Solo se justifica si uno está al cuidado de un enfermo o si uno mismo lo está.
Es muy importante considerar que las mascarillas solo sirven si se usan correctamente, es decir, cubren nariz y boca y no dejan espacio entre la cara y la mascarilla.
El propósito de la mascarilla es que la persona enferma se la ponga para no contagiar a otros o que la utilice la persona que cuida a un enfermo y se va a acercar a menos de un metro de distancia.
Dado que el virus se transmite por “gotitas” (aerosoles respiratorios que se emiten por la persona infectada y que caen al suelo antes de un metro de distancia) si se quiere utilizar una mascarilla de manera optativa basta con una quirúrgica.
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Una vez que las mascarillas se humedecen (con saliva o secreciones respiratorias) deben cambiarse y no reutilizarse. Si se usan sueltas o se mantienen en el cuello (tipo bufanda) son más riesgosas que útiles, pues crean una falsa sensación de seguridad y no protegen.
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Los pacientes que presentan infecciones respiratorias virales transmiten virus al hablar, estornudar o toser y al tocar a otras personas o sus objetos personales sin haberse lavado las manos antes. Por eso, las medidas más importantes para prevenir el contagio son:
- La higiene de manos frecuente (con alcohol gel o lavado con agua y jabón)
- Evitar el contacto estrecho (menos de 1 metro) con un enfermo.
- Mantener adecuada ventilación de espacios cuando sea posible.