Por Alfonso Concha
Fue a fines de mayo que los cuestionamientos públicos a los registros oficiales de contagiados por COVID-19 llevaron al entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, a revelar que la Contraloría General de la República realizaría una auditoría para verificar el nivel de cumplimiento de los protocolos establecidos para dicha misión.
Dicha auditoría -la Nº 283A- se realizó entre el miércoles 3 y el viernes 5 de junio, cuando Mañalich aún se desempeñaba en el cargo. Y sus resultados arrojaron que el ente fiscalizador detectó que la información relativa a la cantidad de contagios registrada en la plataforma EPIVIGILA no considera la totalidad de los casos que han sido confirmados con Covid 19 por los laboratorios que practican el examen PCR.
Debido a esto, la Contraloría instruyó un sumario a la Subsecretaría de Salud Pública para determinar las responsabilidades administrativas correspondientes.
El dictamen emitido por Contraloría -al que tuvo acceso T13- da cuenta de que en su reporte diario del 9 de junio, el Minsal informó 142.759 casos notificados por los médicos en el EPIVIGILA. Sin embargo, se detectaron 34.542 casos que no estaban en el sistema, cuestión que, según afirma la entidad contralora, impidió un control efectivo del personal de fiscalización, como también imposibilitó su seguimiento y el de sus contactos estrechos.
Contraloría informó al Minsal de estas observaciones. Tra tomar conocimiento de ellas, el 16 de junio, la Subsecretaría de Salud Pública informó un ajuste con 31.412 contagiados no notificados en EPIVIGILA. No obstante, asegura el dictamen de Contraloría, no se pudo constatar que dichos casos correspondieran a los detectados en la auditoría, debido a que se incluyeron casos con la información acumulada al 25 de junio, pero no se aportó la base de datos con el detalle de los contagiados.
El informe de Contraloría también describe que los resultados de los exámenes de los laboratorios enviados al Ministerio de Salud se consolidan en una planilla Excel, por cuanto no existe un sistema que automatice el procesamiento de esa información, lo cual conlleva el riesgo de que los datos pueden ser modificados o se produzcan errores en su manejo.