La historia de dos familias que utilizaron la marihuana con fines terapéuticos
La historia de Charlotte Figi, una niña estadounidense de dos años que padeció de epilepsia refractaria cautivó al mundo científico. Sus padres -hartos del sufrimiento que les provocaba ver a su hija empeorando con la enfermedad- decidieron poner en tratamiento a Charlotte con aceite de marihuana para que mejorara.
Los resultados fueron sorprendentes: la niña comenzó el tratamiento cuando estaba en sillas de ruedas producto de la rigidez de sus músculos, pero a los dos meses, ya podía caminar y las convulsiones pararon.
Este ejemplo de superación, que remeció al mundo científico, motivó a Andrea a abandonar Chile y dejarlo todo para ir a Colorado -el único estado en Estados Unidos, en el que es legal el uso medicinal de la marihuana- y sanar a su hijo Vicente. "No me puedo arriesgar a hacer algo ilegal en Chile, los niños dependen de mí”, expresó la mujer.
Los padres de Charlotte Figi, tras el éxito del aceite de marihuana, instalaron una empresa llamada Charlotte's Web -el único lugar en el estado de Colorado en el que administran la medicina-. Andrea, mamá de Vicente, se puso en contacto con los empresarios cuando viajó a Estados Unidos y los resultados fueron sorprendentes: El niño podía estar cuatro días de forma estable -algo impensado para la familia chilena que probó todo tipo de medicina para el tratamiento-.
Ahora, la vida le cambió a Andrea: el aceite de marihuana fue realmente efectivo. Podrás conocer todos los detalles del reportaje de Contacto en el siguiente video: