Con la declaración e interrogatorio de Mauricio Ortega, el principal inculpado por el ataque de Nabila Rifo, se inició el juicio oral en su contra en Coyhaique.
La ex pareja de la mujer relató los hechos sucedidos en la antesala del brutal ataque, sucedido el 14 mayo de 2016, en el que le extirparon los ojos, le rompieron piezas dentales y la golpearon hasta dejarla inconsciente.
Ortega insistió en su inocencia. "Jamás le he pegado", manifestó.
El inculpado se refirió a la reunión que se llevó a cabo en su casa, en la jornada anterior a los eventos, en la que se bebió alcohol, Nabila entre ellos. "Estaba bastante pasadita", describió.
"Se ponía tontita, cuando tomaba", agregó. También dijo que llevaba tres meses sin beber.
Como intentar demostrar este estado, el imputado manifestó que Rifo se subió la polera y le mostró sus senos a los presentes, acto que Ortega calificó como una desubicación.
Más tarde, y luego de ser encarado por Nabila por asuntos financieros, Ortega reconoce haberle dado un golpe a la pared, producto de su ofuscación por esos dichos.
La agitación que produjeron estos acontecimiento, en medio de gritos e insultos, llevaron a los niños a llamar a la casa de su abuela para que fueran a buscarlos.
Contradicción
Una contradicción del relato de Ortega se produjo cuando el fiscal Luis González lo confrontó con su testimonio como testigo, en el que la cronología de los acontecimientos difería de la entregada en esta jornada.
Mientras el imputado había relatado que sus hijos se habían retirado de la casa con Nabila, en el juicio aseguró que los había ido a buscar su tía, cerca de las cinco de la mañana, por expresa petición de los menores, asustados por la situación que se producía en el living de su casa.
En su primer relato, el imputado había dicho que esto había sucedido después que se marcharan los invitados; mientras que hoy aseguró que fue con anterioridad.
"Lo recordé después", explicó.
La policía le informa
Entonces, Ortega contó que tras quedarse solo en casa con su ex pareja decidió simular que salía, aunque en realidad se fue a dormir a la camioneta de su padrastro que encontraba en el estacionamiento.
Cuando despertó, después de un período que calcula entre 10 y 15 minutos, aseguró ella ya no estaba.
"La busqué y no la encontré. Pensé que se había ido a la casa de su mamá, como siempre", dijo.
Ortega declaró que recién se enteró de lo que había sucedido con Nabila, cuando le realizaron una serie de exámenes en la comisaria. Hasta ahí -comentó- creía que lo estaban acusando de violación.
"Un policía me cuenta la verdad. 'Le pegaron a tu señora', me dice. 'Le arrancaron los ojos y no los encontramos'", contó
En ese momento del primer día del juicio, Ortega se quebró, se le humedecieron los ojos y tomó agua para calmarse.
El primer testigo fue la enfermera Karen Soledad Colihuan Arellano, del Samu de Coyhaique, quien describió las condiciones en que fue encontrada Nabila Rifo en la madrugada del 14 de mayo de 2016.
La víctima fue hallada semidesnuda, sangrando, con un globo ocular en el suelo y dientes rotos, junto a una pieza de concreto.
El juicio se reanuda mañana martes, a las 8.30 horas.
Ortega es el único sospechoso de la agresión. El Ministerio Público pediría una suma total de 29 años de cárcel desglosados de la siguiente forma: 15 años de presidio mayor en su grado medio por el delito de mutilación reiterada; 300 días de presidio menor en su grado mínimo por el delito de amenazas; y una pena de 540 días por el delito de violación de morada violenta.