A 3.700 km al oeste de la costa de Chile, en medio del océano Pacífico, el pueblo polinesio rapa nui vota este domingo si abrir o no la Isla de Pascua al turismo tras estar más de un año y medio aislados por la pandemia.
El territorio insular de Chile lleva sin recibir turistas desde el 16 de marzo de 2020, cuando el país estableció el estado de emergencia e impuso restricciones sanitarias ante la llegada del coronavirus, que deja más de 1,6 millones de casos y 36.000 muertes.
En la isla apenas se han registrado en este tiempo ocho casos de covid-19 y no hay ningún nuevo enfermo desde septiembre de 2020. Tampoco ha habido hospitalizados ni fallecidos en toda la pandemia, según datos de las autoridades locales.
Dependiente de la región de Valparaíso, Isla de Pascua ha vivido los últimos meses en un aislamiento solamente roto por los aviones de abastecimiento que regularmente vuelan desde el continente. Por eso, el pueblo originario rapa nui vota -en una consulta no vinculante- sobre volver a recibir turismo o mantener las condiciones actuales.
La decisión final recae sin embargo sobre la autoridad sanitaria regional de Valparaíso o el ministerio de Salud, que todavía no se han pronunciado sobre si tomarán en cuenta el resultado de la votación.
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"El ingreso de la isla es la industria turística de la isla. Es la fuente que mueve la economía", explica a la AFP Salvador Atan, vicepresidente de la comunidad Ma'u Henua, administradora del parque nacional Rapa Nui.
Atan señala que la comunidad hace dos veces al año una asamblea para rendir cuentas y en esta ocasión se pronunciarán sobre el turismo. Solamente personas pertenecientes al pueblo rapa nui, que representan al 60% de una población de unos 10.000 habitantes, tienen derecho a participar en la consulta.
"¿Quieres abrir la isla en enero?" es la pregunta a la que los rapa nui deberán contestar "sí" o "no".