Cómo la formación dual ayuda a integrar a jóvenes chilenos al mundo laboral
En Chile la mitad de los jóvenes que cursan enseñanza secundaria lo hacen en establecimientos técnico-profesionales. Actualmente 229 de esos colegios y liceos trabajan con la formación dual, un sistema en que alumnos de tercer y cuarto año asisten tres jornadas al establecimiento y dos a una empresa, en los cuales complementan e integran su aprendizaje en un ambiente laboral real.
Este tipo de educación se creó en Alemania con muy buenos resultados, y poco a poco fue replicado por otros países europeos como Suiza, donde el sistema es impulsado con fuerte vínculo entre los ámbitos educacional y empresarial. Lo anterior permite que los estudiantes tengan una relación temprana con el mundo del trabajo, lo que también contribuye a disminuir las estadísticas del desempleo juvenil.
En América Latina la educación dual también comienza a practicarse, y Chile no es la excepción. A comienzo de los años 90 se desarrollaron las primeras experiencias, y aunque el sistema aún está en una etapa temprana cada vez son más las instituciones y empresas que lo aplican y promueven.
Expertos en educación destacan como ventaja que el estudiante pueda poner en práctica en una empresa los elementos fundamentales de su especialidad técnica, desarrollar habilidades laborales y relacionales útiles en el mundo del trabajo, y aprender a desenvolverse empresas con una cultura organizacional.
Acercando las Empresas a los Estudiantes
El Liceo Domingo Matte Pérez de Maipú, perteneciente a los liceos SOFOFA, ha implementado la formación dual. El profesor de Química Industrial, Gonzalo Galera, y participante en el II Encuentro de Jóvenes de la Alianza Pacífico con un grupo de sus estudiantes, destaca el programa por otorgarles la posibilidad de aprender en terreno y una primera aproximación al mundo del trabajo.
“Ha sido positivo porque completa la formación de nuestros estudiantes. Aprenden y las empresas invierten en ellos y los capacitan para que puedan desempeñarse en el futuro en ellas. De la experiencia que hemos tenido, incluso se ha realizado un ‘Manual Dual’ el cual se ocupará en distintos establecimientos técnico-profesionales que desarrollan esta formación”, explica.
Abraham Aravena, Juan Marambio y Cristián Castillo son estudiantes de cuarto año de este liceo y se están especializando en química industrial. Llevan un año en formación dual en las empresas Archroma, Laboratorio Prater y Brenntag Chile, respectivamente, donde dos se desempeñan en control de calidad y uno en envasado de productos. Los tres destacan la experiencia por lo aprendido y por haber sido integrados como un trabajador más en sus lugares de trabajo.
Vínculo entre maestro y aprendiz
Una de las empresas que aplica y promueve la formación dual en Chile es Nestlé, como parte del programa “Iniciativa por los Jóvenes” desarrollado por la multinacional.
La experiencia comenzó hace tres años con foco en estudiantes de los últimos años de liceos técnicos- profesionales. “Partimos con la motivación de ayudar a los jóvenes en su empleabilidad uniendo el mundo de la educación con el del trabajo. Creemos que el sistema dual permite una transición mucho más armoniosa para los estudiantes desde el colegio al ámbito laboral. Como empresa tenemos la oportunidad de ofrecerles a los jóvenes de Santiago y de regiones la posibilidad de experimentar con nosotros”, explica Juan Esteban Dulcic, gerente de Recursos Humanos de Nestlé Chile.
En el proceso también es clave el rol de los trabajadores, quienes son capacitados para ser maestros guías de los estudiantes. Ellos son quienes acompañan, orientan e introducen a los jóvenes en el oficio y en la cultura organizacional de la compañía.
En este proceso, y a medida que mentor y estudiante comparten, se genera un vínculo que los enriquece a ambos. “El maestro guía queda muy contento de haber transmitido sus conocimientos y experiencia a un joven, y el joven por haber aprendido de alguien que sabe. Eso gratifica a ambos, y al maestro guía le da el valor agregado de tener la capacidad de formar a otras personas”, explica Pablo Devoto, gerente general de Nestlé.
Ivonne Sanhueza es de Los Ángeles, región del Biobío, y tiene 18 años recién cumplidos. Como estudiante del Liceo Industrial A-65 Samuel Vivanco Parada, tuvo la posibilidad de hacer formación dual y práctica en la planta de Nestlé en esa ciudad. La joven comparte que fue una experiencia muy importante en su vida, porque abrió para ella otras posibilidades y la oportunidad de aprender más de mecánica industrial. También destaca el apoyo que tuvo de su maestro guía, y la generosidad y respeto con la que le enseñaron el trabajo. Ivonne fue la única mujer en un equipo dedicado a la mantención de máquinas.
Además, su paso por la empresa la motivó a seguir especializándose. Actualmente estudia la carrera técnica de Mantenimiento Industrial y este mes volverá a trabajar a la empresa, ahora contratada, un logro importante para ella y su familia.
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