La cicuta es una planta silvestre que suele crecer en lugares húmedos, eriazos o en bordes de caminos. Es de color verde similar al perejil y sus hojas pueden provocar una intoxicación grave que puede producir la muerte.
Un caso de intoxicación se registró en Quillota luego que un niño de ocho años -diagnosticado con trastorno del espectro autista- muriera tras comer la planta, la que encontró en el patio de su casa.
Se trata de una planta que puede ser anual o bienal, es decir, su periodo de vida puede ser de un año o de 24 meses. La toxicidad de la cicuta se conoce desde antes del año 399 a.C., fecha en la que Sócrates fue encarcelado y murió tras beber veneno de cicuta.
¿Cómo identificar la planta?
Sus hojas son de color verde oscuro mientras que sus flores suelen ser pequeñas y blancas. Se trata de una planta sumamente venenosa y una de las forma de reconocerla es por el olor fétido de sus hojas y tallo.
Según un manual elaborado por el Laboratorio de Invasiones Biológicas de la Universidad de Concepción, esta planta se puede encontrar desde la región de Coquimbo hasta Los Lagos y también ha sido vista en el Archipiélago de Juan Fernández.
La cicuta puede crecer hasta alcanzar los dos metros de alto y sus hojas, triangulares sin pelos, pueden ser de hasta cincuenta centímetros. En tanto, las flores están agrupadas en umbelas (nacen en el mismo punto del tallo en forma de paragüa) y sus semillas alcanzan un tamaño promedio de 3 milímetros.
En tanto, la propagación de esta planta es mediante semillas que son transportadas por el agua, animales o por las actividades de las personas.
Expertos recomiendan arrancar la planta si logran reconocerla y así evitar riesgo de intoxicaciones tanto en humanos como animales.
Imagen principal: Cicuta, Referencial.