La ex académica de la Universidad de Concepción y doctora experta en bioética, Liliana Ortiz, de 47 años, murió la madrugada del pasado 19 de julio tras luchar contra un cáncer de mama (diagnosticado en 2019) y recurrir a la sedación paliativa.
La profesional, 24 horas antes de fallecer, dejó un mensaje grabado en un video en el que explicó su decisión y reabrió el debate sobre la muerte digna.
"Hoy 17 de julio del 2021, a minutos de comenzar mi proceso de sedación paliativa, aún estoy bien pero hoy ya no comí", comenzó diciendo Liliana en el registro.
Con esto, la doctora inició el fin de un doloroso proceso, que intentó recorrer de la mejor manera durante los últimos 26 meses.
"Todos los procesos básicos de un ser humano los tengo que hacer con asistencia, en ese contexto no se puede tener calidad de vida, no se puede tener una vida digna", continuó diciendo en el video.
Como experta en bioética, Ortiz decidió recurrir a la sedación paliativa para morir sin dolor. "Decirles que tuve la suerte de formarme en bioética (…) y la cual me permitió comprender y resignificar el concepto de la muerte y también de la decisión de los pacientes en el final de la vida", declaró.
El encargado de aplicarle los medicamentos para la sedación fue su esposo, el anestesiólogo Gerardo Soto. En conversación con T13 Central, dijo que "lo que ella quería era morir dignamente y para poder cumplir eso había que realizar una sedación paliativa, así es que era algo que ya lo teníamos conversado unos meses atrás y por lo tanto aceptado", precisó
En tanto, una de sus hijas, Javiera Soto, indicó que "sucedió y el hecho de haberlo conversado mucho antes yo creo que igual nos sirvió para porcesarlo y entenderlo en el momento en el que llegó".
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En el clip, Liliana se refirió también a la diferencia entre la eutanasia y la sedación paliativa. En este sentido, dijo que la primera "busca la muerte del paciente, aunque sea para aliviar el dolor", mientras que "en el caso de la sedación paliativa de lo que hablamos en realidad es la sedación de un paciente que está sufriendo, que está en una etapa final y cuyo pronóstico no se va a modificar por la sedación en sí", señaló.
"Espero que todos entiendan (...) Una toma de decisión que me tomó meses poder convencer o explicar a mis familiares más cercanos la necesidad de que este proceso lo viviéramos de esta manera", cerró Liliana.
