Caso Sename: dictan condena por cuasidelito contra enfermera de organismo colaborador en Rancagua
El Juzgado de Garantía de Rancagua impuso la pena de 60 días de prisión en su grado máximo a una enfermera por su actuar negligente que provocó la muerte de la adolescente de iniciales T.O.Y de 16 años, el 15 de junio de 2016 en el Centro de Protección Pequeño Cottolengo de Rancagua, perteneciente a un organismo colaborador del Servicio Nacional de Menores.
Así lo acreditó la investigación desarrollada por el equipo liderado por el fiscal Regional de Los Lagos, Marcos Emilfork, en relación a los fallecimientos de niños, niñas y adolescentes que se encontraban bajo líneas de acción del Sename.
El fiscal Emilfork destacó que esta condena "es un paso importante dentro de lo que significa la investigación niños y niñas que se encontraban bajo la custodia del Servicio Nacional de Menores y, por lo tanto, del Estado", añadiendo que la víctima "no debió morir, al menos no en ese momento y no en esa forma. Eso es lo que pudimos acreditar como Fiscalía".
Además, señaló que se trató de una investigación "extraordinariamente compleja", en la que incluso fue necesario la exhumación del cuerpo para poder hacer pericias, ya que este fallecimiento no fue informado en su momento al sistema de justicia penal.
El Fiscal Patricio Poblete explicó que en relación a los hechos, "el tribunal estableció que la profesional de la Salud, en este caso una enfermera, negligentemente llevó a cabo el cuidado de la víctima. Eso conllevó derechamente al fallecimiento". Esto debido a que la imputada no llevó a la joven un centro hospitalario ni a un médico "para los efectos de poder ser vista en un proceso de infección que mantenía durante los primeros días de junio de 2016".
Según los antecedentes presentados por la Fiscalía en la audiencia, la acusada conocía las enfermedades y cuidados especiales que requería la menor. Como profesional a cargo de la estación de enfermería, tenía entre sus funciones agendar las y los residentes que debían ser visitados por médicos para sus controles de salud, así como gestionar los exámenes de laboratorio y una vez recepcionados, revisarlos e informar de manera oportuna a los médicos de sus resultados.
Además, la investigación permitió acreditar que 8 días antes del fallecimiento— el 7 de junio de 2016—, la enfermera recibió los resultados de exámenes practicados a la víctima, entre ellos, un hemograma con indicadores alterados que arrojaban un cuadro infeccioso, situación que "no informó a los médicos tratantes, no agendó para la niña visita médica a la próxima concurrencia, ni adoptó las medidas para trasladarla a un centro hospitalario, debiendo hacerlo, todo lo cual derivó en la agravación de su estado de salud y consecuente fallecimiento por bronconeumonía bilateral".