Caso Nibaldo: Las penas que arriesgan los condenados y por qué son distintas
La tarde de este miércoles se dio lectura al veredicto en contra de los detenidos por el asesinato y posterior descuartizamiento del profesor Nibaldo Villegas, crimen ocurrido en agosto del año pasado en la comuna de Villa Alemana.
Johanna Hernández fue condenada como autora material del delito de parricidio mientras que Francisco Silva por homicidio calificado. En tanto, fueron absueltos por el delito de uso fraudulento de tarjeta de crédito.
Silva no puede ser condenado por el delito de parricidio, dado que no tiene ninguna relación familiar con la víctima.
El delito de parricidio tiene una pena de presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado. Es decir, el mínimo es de 15 años y un día y el máximo es de presidio perpetuo calificado. Si alguien es condenado a presidio perpetuo calificado sólo puede pedir la libertad condicional cuando cumpla 40 años preso.
En relación al homicidio calificado, la pena parte en presidio mayor en su grado máximo y va hasta presidio perpetuo (es decir, parte en 15 años y un día y llega al presidio perpetuo). Si el condenado recibe la pena de presidio perpetuo, puede aspirar a la libertad condicional sólo una vez que cumple 20 años en la cárcel.
Como queda claro en los párrafos anteriores, un presidio perpetuo calificado es una pena más grave que un presidio perpetuo.
"Me da miedo"
Alejandro Villegas, el hijo mayor del profesor Nibaldo, aseguró que la lectura del veredicto "es una tranquilidad el escucharlos como condenados".
"Al escuchar que Francisco puede quedar con cadena perpetua simple de 20 años me da miedo porque en 20 años mi hermana —hija de Hernández y la víctima— recién va a acercarse a los 30 y esta persona va a andar rondando por la calle", señaló.