A mediados de diciembre podría comenzar el juicio contra Domingo Cofré por el homicidio de la sicóloga estadounidense Erica Hagan.
La joven de 22 años fue asesinada el 5 de septiembre de 2014 en Temuco. Allí la víctima fue golpeada y sumergida en una tina en el departamento donde se estaba quedando hace casi un mes, en el Colegio Bautista.
Domingo Cofré, el acusado, se desempeñaba como guardia nocturno en el lugar y una prueba de ADN es la que lo sitúa en el lugar del crimen, vinculando su huella genética a un fierro hallado en la escena.
La etapa final del proceso judicial llega luego que este miércoles finalizara la Audiencia de Preparación de Juicio Oral, luego de diez sesiones.
El fiscal jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad, Miguel Ángel Velásquez, se mostró conforme con el proceso y destacó que se logró ingresar más del 90 % de la evidencia recopilada, incluyendo aquella que, según el Ministerio Público, liga directamente a Cofré con el asesinato.
“Lo importante es que ha comenzado el proceso que a nosotros como Fiscalía nos interesa y es que sea un tribunal el que se pronuncie, en primer término, sobre la admisibilidad de la prueba y luego sobre la valoración de ella”, explicó el fiscal Velásquez.
En el juicio la fiscalía presentará 28 testigos y 31 peritos; además de la prueba material e instrumental.
Cofré arriesga una pena de hasta 25 años de cárcel. Su defensa, en tanto, argumenta que el informe de autopsia no vincula al atizador (con las huellas) con ninguna de las catorce lesiones que presentaba el cuerpo de Erica Hagan, las que habrían sido ocasionadas con otro objeto.
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