El juzgado de Garantía de Puerto Varas rechazó modificar las medidas cautelares de Jaime Anguita, quien se encuentra con prisión preventiva por su presunto rol como autor intelectual del asesinato de su esposa, Viviana Haeger. Lo mismo buscaba José Pérez, presunto sicario.
Ambos imputados se encuentran con la medida cautelar más gravosa desde el 11 de diciembre de 2015, cuando la fiscalía calificó a ambos imputados como "un peligro para la sociedad" y advirtió un posible peligro de fuga.
Las claves del caso
El martes 29 de junio de 2010 Viviana Haeger no concurrió a buscar a sus niñas al Colegio Alemán, en Puerto Varas. Tenía 42 años cuando desapareció y su cuerpo fue encontrado 42 días después en el entretecho de su vivienda.
Pérez Mancilla confesó a la PDI que él la asfixió hasta darle muerte y luego la ubicó en ese lugar, una especie de ático al que se ingresaba desde la pieza matrimonial en el segundo piso del inmueble. Luego se dirigió a un centro de llamados y pasadas las 13:00 horas informó a Anguita que había concretado el trabajo.
En tanto, Anguita dijo que lo llamaron para decirle que habían secuestrado a su esposa y exigían un pago para liberarla, pero que él creyó era una broma.
La cámara filmadora de la contadora y su teléfono celular, que permanecían en poder de Pérez Mancilla, que en ese entonces oficiaba como carpintero, además de un retrato hablado hecho a partir de la descripción del dueño del centro de llamados que coincide con la apariencia de Pérez, son los elementos que hacen verosímil la confesión del presunto sicario.
Esta confesión abrió una nueva arista en el "Caso Haeger", sumado a la información que llegó al Ministerio Público por un interno del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Alto Bonito, que compartió la cárcel con el carpintero, permitió a la Brigada de Homicidios de Osorno llegar hasta Pérez.