El fiscal Sergio Moya aseguró esta mañana en Tele13 Radio que si se analiza el "resultado final del caso" es imposible considerar que el veredicto del denominado caso Caval, que condenó a Natalia Compagnon por delitos tributarios y que fue entregado ayer por el tribunal de Rancagua, fue un fracaso, señalando que al contrario, "es un éxito".
"Logramos acreditar seis delitos tributarios, condenar a cinco personas por además delitos de cohecho, soborno e infracciones a la ley de quiebra, e incluso imponer multas por mas de 500 millones de pesos y recurperar los 800 millones de pesos que habían sido desviados (...) Si analizamos el resultado final, nueve condenas para cinco personas, multa de 500 millones de pesos, recuperación de más de mil millones de pesos, yo encuentro que es un éxito para la fiscalía, no un fracaso", dijo el persecutor.
Además explicó por qué no se condenó a la empresa ni a Mauricio Valero por soborno. "Lo que el tribunal dijo del soborno, es que si bien se logró acreditar el traspaso de dinero de Mauricio Valero a Juan díaz, lo que no pudimos acreditar es que ese dinero sea el mismo que haya llegado a las manos de los trabajadores municipales, no logramos acreditar la cadena completa", indicó.
Ante esto agregó que "la condena de la empresa Caval va de la mano de la condena de Mauricio Valero, si no lográbamos condenar a Valero era imposible condenar a Caval (...) Pero sí ha establecido que la empresa incurrió en infracciones tributarias de evasión de impuestos al presentar declaraciones maliciosamente falsas entre el año 2012 y 2014, por algo fue condenado en juicio abreviado Mauricio Valero y ayer en juicio oral, Natalia Compagnon".
Pagos de la Presidencia
En tanto, el fiscal indicó que en algún momento se planteó que los abogados de Natalia Compagnon "fueron pagados con fondos reservados de la Presidencia y cuando requiero que declaren eso por escrito, se niegan. Es más que raro, puede ser constitutivo de delito", agregando que la estrategia de defensa de la nuera de la ex presidenta Michelle Bachelet cambiaba de acuerdo al momento en que era consultada.
"Fue verbalizar mucho en reuniones, en pasillos, pero en audiencia no dicen nada y cuando es por escrito, menos aún. Esto es una estrategia política (...) Uno es el discurso en tribunales, otro en la fiscalía y otro para la prensa", puntualizó el fiscal.
