A las 15:30 horas de este miércoles, el cardenal Francisco Javier Errázuriz comenzó a prestar declaraciones en su domicilio por la demanda civil interpuesta contra la Iglesia en el marco del caso Karadima, en un trámite que se extendió por unas cinco horas.
La querella fue interpuesta por tres víctimas del ex párroco de El Bosque, quienes piden $ 450 millones por un supuesto encubrimiento de los abusos sexuales realizado por los religiosos, además de un acto de perdón público.
A la diligencia llegó el ministro de fuero Juan Manuel Muñoz, además de dos de las víctimas, James Hamilton y José Andrés Murillo, en compañía de su abogado Juan Pablo Hermosilla.
Errázuriz fue cuestionado en la sede del arzobispado de Santiago, en tanto, cuenta con fuero en el Código de Procedimiento Civil lo que le permite entregar su testimonio en su domicilio y no en tribunales.
El ministro Muñoz pretende interrogar a 23 personas ligadas al caso, incluyendo a Fernando Karadima, quien previamente se excusó de declarar argumentando problemas de salud.
Hamilton: Declaración fue “bastante decepcionante”
A su salida, James Hamilton declaró que “nuevamente llegamos a lo mismo (…) Es muy penoso, porque no se aprende”.
De acuerdo con Hamilton el testimonio de Errázuriz fue “bastante decepcionante y muy doloroso”, en tanto habría apuntado a los demandantes como personas que han “causado un daño enorme a la Iglesia”.
En esa línea, aseguró que el ex arzobispo de Santiago declaró con “omisiones” y “respuestas que se negó a contestar”.
Asimismo, dijo que el juez Muñoz le dio un espacio a Errázuriz para que le pidiera perdón a lasa víctimas fuera del acta y no lo hizo.
José Andrés Murillo, en tanto, señaló que “el cardenal dijo que para ellos no hubo encubrimiento, sino que hicieron las cosas según el derecho canónico decía”.
“Los hechos están a la vista, son evidentes y no ha existido el reconocimiento aún (de la Iglesia)”, afirmó Murillo.
“Me parece que no hay un reconocimiento histórico de la responsabilidad que tenía la Iglesia Católica”, enfatizó.