La empresa nacional Caffarena, que este 2020 cumple 100 años, dejó de lado sus famosas panties –entre otros productos– para comenzar a fabricar sus propias mascarillas, con nanopartículas de cobre, en medio de la crisis sanitaria que vive el país por la propagación del coronavirus.
“Nosotros nos dimos cuenta, en conjunto con el área de gerencia, que la industria estaba decayendo. Actualmente nuestro punto de venta es sólo a través de nuestro sitio web o en los supermercados”, detalló a Las Últimas Noticias el jefe de producción de la empresa, Raúl Castillo.
Frente a este escenario –y con las tiendas físicas cerradas desde marzo– cambiaron el foco para elaborar sus propias mascarillas y sumarlas a su línea de productos.
“Las dos primeras semanas estuvimos buscando modelos hasta por internet. Algunas quedaban grandes para la cabeza, otras quedaban muy pequeñas, pero llegamos a un modelo adecuado”, comentó Castillo al periódico.
Además destacó que las mascarillas “son bañadas en nanopartículas de cobre”. Este metal, según el químico de la facultad de ciencias de la Universidad de Chile, Manuel Leiva, tiene “actividad antiviral al poder desestabilizar la estructura de la membrana lipídica que rodea el virus y desintegrarlo. Funciona en virus como la influenza”.
(Foto: monarch.cl)
La empresa comenzó con una producción de 3.000 mascarillas diarias y actualmente produce 30 mil, lo que también implicó cambios entre los trabajadores.
“En un principio eran 20 personas encargadas de confeccionar las mascarillas. Luego, tuvimos que mover gente de distintos sectores, a las que les hicimos la asesoría necesaria para poder tejer las mascarillas. Pasamos a gente de empaque, bodega e incluso ventas por la demanda”, detalló a LUN Victoria Izurieta, gerenta general.
Desde la empresa sostienen que distintas entidades del Estado y también del mundo privado han solicitado su producto. Su deseo además es donar cierto porcentaje de la producción a distintos hospitales y entidades gubernamentales.
Monarch, empresa del mismo rubro, también se sumó al mercado de las mascarillas, fabricadas con bamboo y cobre, con una producción de 3.000 unidades diarias.
