Buin Zoo presentó a “Juliana”, una cría de Asno Salvaje de Somalia, especie tan al borde de la extinción que se estima que no quedan más de 200 ejemplares en vida silvestre en todo el mundo.
Juliana, que nació el 19 de junio, ya tiene 17 días de vida, se encuentra en perfectas condiciones, pero durante las vacaciones de invierno sólo podrá ser vista por ventanas hacia su dormitorio. En 2 semanas más se encontrará en condiciones de salir a su exhibidor y compartir con las otras especies que habitan ahí, como Jirafas, Antílopes, Avestruces y otros.
En cuanto a su aspecto, pueden llegar a pesar entre 250 y 275 kilogramos y tener una altura de 125 centímetros. Lo que más resalta es que su cuerpo es muy similar al de cualquier burro silvestre, pero tiene sus patas blancas y rayadas como las de una cebra, pese a no ser un híbrido entre ambas especies.
Con una longevidad promedio de 25 años, su gestación dura 12 meses y pueden tener una cría por parto. Su importancia para el hombre ha sido tal a lo largo de la historia que sus imágenes han sido pintadas en cuevas por pueblos antiguos del norte de África y, en un momento, los sultanes de la zona incluso ordenaron cortar la mano de un hombre si mataba un asno salvaje.
De acuerdo a la la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (IUCN), los Asnos Salvajes de Somalia están en la categoría de “En Peligro Crítico de Extinción” en su lista roja, siendo el équido más amenazado del mundo.
De acuerdo a los últimos estudios de población, se estima que en vida silvestre quedan menos de 200 individuos concentrados en pequeñas zonas de Eritrea y Etiopía.
¿Por qué quedan tan pocos?
Las causas de su constante y permanente disminución de población son variadas, y en su gran mayoría se deben a la acción del hombre en su hábitat natural: La principal es la caza con fines alimentarios y también “medicinales”.
Revelan aterradores nuevos detalles sobre la hospitalización de Madonna: tuvieron que inyectarle droga para resucitarla
Con respecto a ese último punto, algunas partes de su cuerpo las usan como alimentos y con los huesos hacen sopas que supuestamente tendrían la capacidad de tratar la tuberculosis, el estreñimiento, el reumatismo, el dolor de espalda y el dolor de huesos, lo que no ha sido comprobado científicamente.
