Bebió su propia orina: cómo sobrevivió mujer encontrada después de 7 días en pozo de más de 10 metros en Alto Hospicio
Rosa, una mujer de 28 años, estuvo siete días desaparecida desde que se le perdió el rastro el pasado 22 de septiembre en la comuna de Alto Hospicio, región de Tarapacá.
Fue una desesperada búsqueda por parte de su familia, que pegó carteles en toda la zona solicitando información sobre la mujer, que terminó la noche del domingo 29, una semana después de su desaparición.
Rosa fue encontrada con vida en un pozo de más de 10 metros de profundidad. Un pique minero en pleno desierto, utilizado en los siglos XVIII y XIX para extraer plata, como los más de 600 piques mineros de Huantajaya que existen en la zona. Algunos tienen profundidades de hasta 100 metros y ya han sido utilizados en el pasado para desaparecer a personas.
¿Cómo sobrevivió Rosa siete días en un pozo de Alto Hospicio?
Cuando la familia de Rosa comenzaba a perder las esperanzas de encontrarla con vida, una mujer que justo transitaba por el sector, cerca del vertedero de ropa en el desierto de Atacama, escuchó sus gritos de auxilio.
Avisó a Bomberos que escuchó gritar a una mujer desde este añoso pozo y comenzó la operación de rescate.
Fue durante la noche del domingo que los equipos de rescate lograron ponerla a salvo. Estaba con vida, aunque débil y deshidratada. Ella habría trepado hasta la mitad del pozo y desde allí comenzó a pedir ayuda.
“Ella logra trepar. Hace una excavación a mano desnuda y se posiciona en una saliente, en una deformación de las rocas, en una superficie no superior a los 50 centímetros cuadrados, donde se queda ahí a la espera de la ayuda”, detalló el superintendente de Bomberos de Alto Hospicio, Marco Opazo.
Y los siete días que estuvo sin comida ni agua, ¿cómo logró sobrevivir? “Ella ahí tuvo que tomar su propia orina para poder sobrevivir, eso es lo que nos comentó”, reveló la fiscal de Alto Hospicio, Jocelyn Pacheco.
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Aunque la propia fiscal señaló que todavía no se pueden revelar los detalles de su declaración, sobre cómo llegó Rosa hasta ahí, una primera versión apunta a que esta guardia de seguridad habría salido de su lugar de trabajo a comprar almuerzo.
Al día siguiente de su desaparición —domingo 22 de septiembre— su pareja, con quien tiene un hijo de 8 años, puso una denuncia por presunta desgracia.
Hoy Rosa se encuentra estable y se le están efectuando diversos tipos de exámenes para saber qué le sucedió durante los siete días en que no se supo nada de ella. Por ahora todo es un enigma, una pesadilla que bien pudo haber tenido un desenlace fatal.