Era la medianoche del martes 7 de mayo cuando el presidente de Metro de Chile, Louis de Grange, recibió un paquete en su domicilio, ubicado en la comuna de Las Condes, en Santiago.
Lo que aparentaba ser una encomienda despertó sospechas en el dirigente, quien decidió llamar de forma inmediata a la policía.
Cuando el grupo especializado del OS9 de Carabineros llegó a su casa, se confirmó el temor de De Grange: el paquete traía en su interior un artefacto explosivo.
El ataque frustrado al presidente de Metro no es aislado: en enero de 2017, un paquete de características similares fue enviado al domicilio del entonces presidente de la estatal Corporación del Cobre (Codelco), Óscar Landerretche, quien no alertó a la policía.
La bomba explotó y el directivo terminó con lesiones en el brazo, antebrazo y abdomen.
Lo mismo sucedió el 4 de enero de este año en un paradero de la red de transportes Transantiago, en el centro de la capital chilena, cuando explotó un artefacto que dejó cinco heridos.
Quien se ha adjudicado esta serie de ataques es el autodenominado grupo eco-extremista "Individualistas Tendiendo a lo Salvaje" (ITS).
El ministro del interior de Chile, Andrés Chadwick, calificó el ataque a De Grange como "acto terrorista".
Pero ¿de dónde viene y en qué cree esta agrupación?
Según se señala en su página web, la organización está en contra de la "civilización moderna y del progreso humano, científico y tecnológico".
Para ellos, estos son los "mayores responsables de la devastación de los ecosistemas", por lo que se necesitan "respuestas contundentes y extremistas contra los responsables, es decir, contra la humanidad en sí".
Por medio de una declaración pública, la agrupación señaló que había elegido a De Grange para enviarle el artefacto explosivo por "estar al mando de corporaciones que destruyen la Tierra".
Dónde nació
El ITS nació en México en 2011 pero, de acuerdo con la información del sitio web, tiene presencia no sólo en Chile, sino también en Argentina y Brasil, y en algunos lugares de Europa, como España, Escocia y Grecia.
En un comunicado publicado después del atentado fallido en contra del presidente de Metro, la organización aseguró que tenía nexos con facciones anarquistas argentinas y que en ese país, de hecho, residiría el "arquitecto de la bomba".
En México, en tanto, se han adjudicado ataques contra profesores universitarios que enseñan nanotecnología y otras ciencias relacionadas con el avance tecnológico.
Agregan que no se han limitado a atacar solo a los responsables del avance tecnológico, sino también a "medios de transporte público, profesionistas, empresarios, adeptos al catolicismo, vehículos, maquinaria, construcciones, bancos, centros comerciales, torres de telecomunicación, iglesias, y grupos medioambientalistas" que no comparten sus posturas.
El grupo, además, tendría relación con otras agrupaciones anarquistas chilenas, como las denominadas "Secta Rojo Sangre" y "Horda mística del Bosque".
Preocupación
Entre las autoridades chilenas existe una creciente preocupación pues el grupo ITS habría hecho un llamado a instalar explosivos en distintos puntos de Santiago durante el mes mayo.
Este mes se conmemoran los diez años desde la muerte de Mauricio Andrés Morales Duarte, conocido como "el Punky Mauri", un joven anarquista que falleció luego de que estallara un artefacto explosivo que transportaba en su mochila.
Hasta ahora, no hay detenidos por el atentado a Landerretche, ni por la bomba colocada en el paradero del Transantiago ni por el fallido ataque a De Grange.
Según explica Hugo Frühling, director del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, es muy difícil encontrar el perfil y saber cómo operan los miembros de estas agrupaciones anarquistas.
"Estos grupos que no son sistémicos y que son pequeños, son muy difíciles de neutralizar porque la infiltración resulta casi imposible. Entonces, es difícil saber qué piensan, cuál es su ideología y qué es lo que pretenden, porque además los blancos son millones posibles y la acción es esporádica", dice a BBC Mundo.
El académico cree que, al ser una agrupación que opera más allá de Chile, llevar adelante una colaboración policial internacional podría ser "fructífera".
Frühling cree que no está claro si estas agrupaciones extremistas han aumentado en Chile.
"Al ITS se le han identificado tres acciones en dos años y medio, entonces tampoco se puede hablar de un crecimiento exponencial aunque podrían estar participando en otras acciones que no sean ni tan directas ni tan visibles, como amenazas o llamados".
"En consecuencia, sí, estamos frente a un peligro porque intentan causar daños mediante acciones que claramente son terroristas y eso es extremadamente preocupante", asegura.
Alarma ante próximas cumbres
En Chile hay especial inquietud por dos importantes cumbres que se realizarán en este país a fines de año: la reunión mundial del cambio climático (COP25), que reunirá a unas 22.000 personas, y el foro APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico), que congregará a otras 15.000.
Frühling asegura que, aunque no cree que haya particular peligro contra las autoridades que atenderán estas reuniones, sí hay que tener precaución.
"Las autoridades cuentan con su propio servicio de seguridad y van a filtrar la entrega de paquetes o elementos de ese tipo, pero lo que podría pasar eventualmente, quizás, sería que delegados puedan ser objeto de acciones de este tipo", afirma.
Con el fin de entregarles más herramientas a los equipos de investigación de este tipo de actos, el ministro del interior anunció que esta semana el gobierno impulsará en el Parlamento chileno la tramitación de una enmienda a la ley antiterrorista que ya existe.
"Condenamos enérgicamente estos actos terroristas, y los llamamos directamente por su nombre: actos terroristas, que se los adjudican grupos de carácter anárquico", dijo Chadwick tras el intento frustrado contra De Grange.
Para proteger la investigación y no generar alarma pública, aseguró, la indagación de los ataques está siendo manejada con extrema reserva y hermetismo entre las autoridades chilenas.