Miles de personas salieron a las calles este lunes en una nueva jornada de protestas en Santiago de Chile y otras ciudades del país.
La concentración más grande se produjo en la emblemática Plaza Italia (Plaza Baquedano), donde la gran mayoría de los manifestantes marcharon de forma pacífica.
Desde allí avanzaron por una de las avenidas hacia el este de Santiago, entonando canciones del cantautor chileno Víctor Jara y consignas de rechazo a la violencia.
"Son miles de personas las que protestan pacíficamente, con toda tranquilidad", dice desde Santiago la periodista Paula Molina, colaboradora de BBC Mundo en Chile.
"Sí ha habido incidentes, cosas preocupantes también, pero al mismo tiempo ocurren actos que están llenos de esperanza".
Cánticos y esperanza
La periodista chilena destaca en este sentido el papel que está jugando la plaza de Ñuñoa, en el centro de Santiago, donde durante varios días se han concentrado cientos de personas con cacerolas, música y otras expresiones artísticas.
"Ñuñoa se ha convertido en el símbolo de esa capacidad de organización pacífica", señala Molina, que subraya el ambiente familiar y colorido que se vive en esa plaza.
"Hay una suerte de competencia por el discurso. Por un lado se habla del desorden, los saqueos, los incendios... frente a esto, quienes se manifiestan pacíficamente reivindican la parte de la esperanza", añade.
"La esperanza tiene colores, tiene música, tiene alegría", sostiene la periodista.
"Hay una expresión de descontento, sí, pero cuando tú expresas el descontento, no es solo porque estás indignado, que lo estás, no es solo porque quieres que termine el abuso, sino que también lo haces porque crees que puede generar un cambio".
Tras varios días de protestas, cuyo detonante fue la decisión del gobierno de Sebastián Piñera -ahora suspendida- de subir las tarifas del metro de Santiago, la periodista reconoce que todos se han visto afectados, pero resalta que existen espacios de normalidad donde la vida sigue su curso.
"Así como están las marchas multitudinarias y están los incidentes de saqueos, también hay una vida que transcurre con normalidad en la medida de lo posible. Estamos todos afectados, a todos nos ha cambiado la vida estos días, pero también paso por parques y veo a niños jugando".