La mañana de este viernes se confirmó que los obispos chilenos pusieron sus cargos a disposición del Papa Francisco tras una serie de reuniones en Roma.
En un documento, al que accedió de forma exclusiva T13, el Papa Francisco ratificó la existencia de graves fallas al interior de la Iglesia chilena en relación a denuncias e investigación de abusos sexuales a menores.
Tras conocerse el documento, los religiosos anunciaron su renuncia y explicaron que "mientras el Santo Padre no las acepte, seguimos ejerciendo nuestra labor pastoral".
Los medios internacionales reaccionaron rápidamente a lo ocurrido calificándolo como uno de los mayores escándalos relacionado a los abusos en la Iglesia Católica.