Una de las noticias que ha estado en la contingencia nacional es el caso de la profesora María Angélica Ojeda, luego de que la Segunda Sala del Tribunal Constitucional declarara admisible el recurso que presentó para retirar sus fondos de la AFP.
La historia de Ojeda ha vuelto a generar revuelo sobre el futuro de nuestros ahorros previsionales en las AFP. En este contexto, múltiples interrogantes se han abierto. Entre ellas, cuál es el destino del dinero retenido en las aseguradoras en caso de que un afiliado muera.
En total, el monto acumulado por los cotizantes fallecidos en las AFP supera los $177 mil millones considerando solo hasta 2017.
“En caso de fallecimiento, los recursos acumulados en la cuenta de capitalización individual se utilizan para pagar las pensiones que correspondan a los beneficiarios legales, en caso que los hubiere”, explica el sitio web de la Superintendencia de Pensiones.
Por el contrario, si el fallecido no dejó personas designadas para que reciban una suma de dinero asegurada (beneficiarios legales), los recursos pasan a formar parte de los bienes del difunto, es decir, su herencia.
Si no hay herederos, el monto queda en manos del Estado, pero en ningún caso bajo la Administradora de Fondos de Pensiones.
Pero, ¿quién puede heredar este dinero?
La pensión de sobrevivencia corresponde a un porcentaje de la pensión que hubiese recibido la persona fallecida. Dicho porcentaje, se les entrega a los herederos del difunto y dependerá del parentesco de quien se crea beneficiario con el fallecido.
Él o la cónyuge o el conviviente civil y los hijos son las primeras opciones consideradas para recibir este dinero, quienes deberán cumplir con algunos requisitos.
Los y las cónyuges tienen que haber contraído matrimonio con el afiliado al menos seis meses antes de su descenso, o con tres años de anticipación, si el afiliado estaba pensionado.
Por otra parte, el conviviente civil debe haber suscrito el acuerdo de unión civil doce meses antes del fallecimiento o tres años, si la persona estaba pensionada.
Si el fallecido tuvo hijos estando soltero, los condiciones son ser menores de 18 años o tener entre 18 y 24 años al momento del fallecimiento del familiar y estar cursando regularmente en enseñanza básica, media, técnica o educación superior.
Finalmente, si la persona no tenía los lazos anteriores serán sus padres los beneficiarios. No obstante, si ni sus progenitores ni abuelos siguen vivos, los hermanos y sobrinos de la persona pueden optar al beneficio, y luego los tíos y primos.
Para saber si un fallecido tenía dinero en su cuenta de AFP, solo se debe ingresar ingresar el rut de la persona en la página de la Superintendencia de Pensiones y verificar si existe algún saldo disponible.
REVISA AQUÍ SI HAY DINERO PENDIENTE DE ALGÚN FAMILIAR FALLECIDO
