Este domingo cinco estadounidenses, quienes fueron víctimas de adopciones ilegales en la dictadura, llegaron hasta el Aeropuerto de Santiago para un emotivo reencuentro. A más de 30 años de ser enviados al extranjero, este domingo se reencontraron con sus familias biológicas.
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Fue bajo el régimen dictatorial de Augusto Pinochet (1973-1990) que siendo bebés fueron robados de sus madres y vendidos ilegalmente a familias en Estados Unidos.
Gracias a la ayuda de “Connecting Roots”, una fundación estadounidense que tiene por objetivo reunir a quienes fueron adoptados, a través de pruebas de ADN e investigación, con sus familias biológicas en Chile, se logró este reencuentro.
Quienes pudieron conocer a su familia de origen fueron María Hastings (Florida), Ben Fruchter (Nueva York), Peter Smiloff (Nueva York) y los hermanos Sean Ours (Virginia) y Emily Reid (Carolina del Norte).
La historia tras las adopciones ilegales
Uno de los niños que fue dado en adopción fue Ben Frutcher. El ahora newyorkino nació en Chillán en 1988 y antes de ser secuestrado y dado en adopción, fue hospitalizado en el Hospital Infantil Conin. Cuando se enteró de la situación y con la ayuda de su padre adoptivo, contactó a Connecting Roots.
“No recuerdo nada de Chile, era muy joven en ese momento (de su adopción irregular). Estoy muy feliz por verlos, no puedo esperar a iniciar una nueva vida”, dijo Ben a Meganoticias.
Por su parte, María Hastings en un principio no quiso buscar a su familia biológica, pero luego decidió buscar ayuda de la fundación.
“Quiero sumergirme en la cultura, siento que me perdí parte de lo que podría haber conocido (...) Voy a reconectar con ellos, aprender quiénes son realmente y que sepan quién soy yo”, después de todos estos años”, dijo la mujer a un periódico de San Diego.