Tras echar por tierra el acuerdo con la Conferencia Episcopal, el Fiscal Nacional, Jorge Abbott, explicó que éste no buscaba dar un "trato privilegiado a alguien", agregando que "jamás se pensó en darle inmunidad a nadie".
En entrevista con el diario La Tercera, el persecutor agregó que la idea era "informarles como se hace con cualquier víctima que hace una denuncia en Carabineros, por ejemplo, que el Ministerio Público le avisa que se abrió una causa".
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Además explicó que la idea del acuerdo era poder llegar a víctimas mayores de edad que hubiesen sufrido algún abuso de parte del clero, por que "ese universo sigue vinculado a la Iglesia y no acude a nosotros", esto daba una obligatoriedad a la Iglesia de denunciar que actualmente no tienen.
"Las únicas personas obligadas por ley a denunciar cuando saben que se cometió un delito son los funcionarios públicos. Con esto se comprometían a hacerlo", señaló Abbott.
Abbott además reconoció que "cometimos un error" al no consultar a las víctimas que se sintieron pasadas a llevar, puntualizando que "lamento mucho el dolor que pudimos provocar, y mi preocupación ahora entiendo que afectamos esa confianza es reparar y vamos a trabajar en ello (...) Espero que el haber dejado sin efecto rápidamente este convenio sea una señal para ellos en ese sentido".