El pasado 3 de abril, una llamada anónima alertó sobre la sospechosa presencia de dos vehículos en pleno desierto, cerca del llamado cementerio de animales, colindante a la comuna de Alto Hospicio, en la región de Tarapacá.
Adentro de los autos había tres cuerpos maniatados de pies y manos. Dos hombres y una mujer con rastros de haber sido torturados y luego asesinados con un machete.
Los culpables eran una facción de “Los Shottas”, miembros de una organización con jerarquía y cargos, originarios de Colombia y con un amplio prontuario delictual. Eran los que controlaban la toma Fortaleza Unida; donde extorsionaban, traficaban, asesinaban y amenazaban en videos exhibiendo su alto poder de fuego.
Una investigación exclusiva de T13 expuso lo sádicos que pueden llegar a ser. En la toma de Alto Hospicio el temor es palpable.
“Los Shottas” habrían comenzado a empoderarse de este campamento en plena pandemia, en el año 2022. Para hacerse del control del lugar, no dudaron en matar. Ya el 25 de noviembre de ese año existen registros de un asesinato a plena luz del día, con testigos y todo, aunque por temor nadie denunció. El autor sería “Camaleón”, el líder.
Para mediados de este año, ya “Los Shottas” no sólo controlaban esta toma, también un barrio del centro de Iquique y ya habían iniciado su expansión por Antofagasta y Santiago. Pero la Fiscalía de Tarapacá, en conjunto con la Policía de Investigaciones (PDI), ya los tenía en la mira.
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En un mega operativo simultáneo efectuado en Alto Hospicio e Iquique y donde participaron más de 500 efectivos, se detuvo prácticamente a la totalidad de la banda. 35 detenidos donde 19 son integrantes directos de la agrupación, quienes fueron formalizados y quedaron con prisión preventiva.