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A los 91 años muere Sergio Catalán, el arriero que rescató a los rugbistas uruguayos en Los Andes

A los 91 años muere Sergio Catalán, el arriero que rescató a los rugbistas uruguayos en Los Andes
T13
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A poco más de 47 años de la tragedia, falleció el arriero que le salvó la vida a 16 uruguayos en la cordillera.

A los 91 años falleció Sergio Catalán, el arriero que encontró a "Nando" Parrado y Roberto Canessa, rugbistas uruguayos que sobrevivieron tras un accidente aéreo en la Cordillera de Los Andes el año 1972.

La noticia la dio a conocer, este martes, Carlos Paez, uno de los 16 sobrevivientes, quien lamentó el fallecimiento de Sergio Catalán a través de su cuenta en Twitter.

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Gustavo Zerbino, otro de los sobrevivientes, el pasado 23 de diciembre a un día de cumplirse 47 años del día en que fueron rescatados de Los Andes, publicó un mensaje de agradecimiento al arriero: "Gracias a nuestro gran amigo, el arriero Sergio Catalán un ejemplo de solidaridad que hizo 120 Km a Caballo para avisar que que había encontrado a dos sobrevivientes hoy podemos estar vivos 47 años después".

Los restos de Catalán están siendo velados en Puente Negro, San Fernando y para este jueves se espera que se realice su funeral, al que, en principio, asistirán los uruguayos que rescató hace casi 50 años.

Es uno de los accidentes aéreos más mediáticos ocurridos en Chile y que incluso inspiró una película. Fue el 13 de octubre de 1972 cuando el vuelo 571 de la Fuerza Aérea de Uruguay se estrelló en un risco de la Cordillera de Los Andes, a 3.600 metros sobre el nivel del mar. 

El avión Fairchild Hiller FH-227 trasladaba a 40 pasajeros que formaban parte de la comitiva del equipo de rugby Old Christians, conformado por ex alumnos del colegio uruguayo Stella Maris, y quienes se dirigían hacia Santiago para disputar un partido.

El vuelo había realizado una parada en Mendoza producto de un frente de inestabilidad en la cordillera.  Aunque el mal tiempo se mantenía, la premura de la delegación los llevó a retomar el itinerario hacia Santiago apenas bajó la intensidad de la tormenta.

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La baja visibilidad provocó un error de cálculo que terminó siendo letal: La tripulación pensó que se encontraba a la altura de Curicó, cuando en realidad sobrevolaban en las cercanías del volcán Tinguiririca, en San Fernando. Producto de este error es que el avión dobló en dirección hacia el norte, en ruta hacia Santiago, y a disminuir su altura. Fue ahí que la nave comenzó a dar sacudidas para luego entrar en una zona de elevadas cimas, para luego perder su parte trasera y ambas alas, provocando las primeras muertes. El fuselaje terminó convertido en un proyectil que quedó ubicado en el Glaciar de las Lágrimas. 

Lo que vino después fue una lucha por sobrevivir en adversas condiciones durante 72 días. La organización del equipo para evitar la hipotermia y la difícil decisión de comer los cuerpos de los fallecidos permitió a los jóvenes mantenerse con vida. En diciembre de 1972 los sobrevivientes decidieron buscar ayuda.

Luego de tres días de viaje, dos de los jóvenes -Nando Parrado y Roberto Canessa- dieron con Sergio Catalán, un arriero quien vivía en la precordillera de San Fernando. Fue ahí que se inició el operativo para rescatar a los otros 14 supervivientes.

En enero de 2018 Gustavo Zerbino lo visitó para hacerle un homenaje con motivo de la visita del papa Francisco a Chile, y grabó este video:

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