El superintendente de Servicios Sanitarios Jorge Rivas confirmó, la tarde de este viernes, que iniciaron un expediente de caducidad para el contrato de concesión de la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal), tras la contaminación y posterior corte de agua potable en Osorno que ocurrió en julio de este año.
La autoridad presentó un informe elaborado por la superintendencia en el que se determinó que los hechos investigados son "de la mayor gravedad”, por su duración y repercusiones en la población.
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“Las acciones son de total responsabilidad de la empresa concesionaria ESSAL S.A. Además, estos hechos dejan en evidencia que la empresa sanitaria, incurrió en falencias operativas ante la emergencia, la información y la calidad de los servicios, aspectos que la legislación sanitaria considera sancionables", dijo Rivas.
Por esto es que el servicio determinó abrir el expediente de caducidad del contrato. La empresa ahora tendrá 20 días hábiles para hacer sus descargos y, en base a eso, la SISS tomará la decisión si amerita o no, entregar el informe de caducidad al Presidente de la República para terminar con la concesión.
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Además, Rivas anunció un proceso paralelo en el que exigirán una multa que podría superar los 2.500 millones de pesos para la empresa sanitaria.
Los cargos formulados en contra de Essal son el incumplimiento de la obligación de calidad de servicio, incumplir también con la obligación de continuidad del servicio, la afectación a los usuarios, poner en peligro la salud de la población, no cumplir con las instrucciones de la superintendencia y entregar información “errónea” a la autoridad y los clientes.
Osorno estuvo sin agua potable desde el 11 hasta el 17 de julio, cuando la empresa repuso el servicio pero por tan solo un día. En la noche del mismo 17, hasta el 21 del mismo mes, parte de la ciudad volvió a quedar sin agua potable.
