El segundo chileno que estuvo por más de 500 días detenido en Malasia, acusado del asesinato de un ciudadano malasio llegó a Chile. Fernando Candia, tal como lo había hecho el otro chileno Felipe Osiadacz, abandonó Malasia, pese a la prohibición que tenía de hacerlo.
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Candia y Osiadacz estaban detenidos en Kuala Lumpur desde agosto de 2017 y quedaron en libertad en septiembre de 2018. El proceso judicial en contra de los chilenos no estaba cerrado pues, pese a su libertad, faltaba todavía el juicio en la Corte de Apelaciones.
"Después de analizar la información y consejos de importantes abogados malayos,asumí que la estrategia de la fiscalía era alargar infinitamente el caso. Frente a esta injusticia, y casi segura detención que sufriría, decidí volver a mi país", aseguró el joven en una declaración pública que entregó en la municipalidad de La Florida.
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Fue en abril de este año que Osiadacz había escapado de Malasia y arribó a Chile pese a la libertad vigilada con la que contaba. En aquella oportunidad, Candia optó por permanecer en Asia e incluso extendió su visa a la espera de la continuación del juicio en su contra. Sin embargo, el acusado apareció sorpresivamente en nuestro país.
El joven quien fue condenado en Asia, dijo haber estado "en el lugar, hora y momento equivocado".
