El exsargento de Carabineros, Lester Figueroa, forma parte de los 10 funcionarios dados de baja producto del polémico asesinato de Camilo Catrillanca. Su desvinculación fue por grabar a su compañero Carlos Alarcón, mientras este cumple prisión preventiva en la Segunda Comisaría de Temuco por el homicidio del comunero mapuche.
En el registro grabado por Figueroa, Alarcón aseguraba que sus superiores lo habían obligado a mentir en las primeras declaraciones que prestó ante la Fiscalía, respecto a la primera versión de Carabineros en donde se afirmaba que Catrillanca había muerto producto de un enfrentamiento armado, y las negaciones sobre si se había grabado el procedimiento policial. Ambas versiones que fueron descartadas por los peritajes.
En una entrevista con La Tercera, Lester Figueroa respondió a los dichos del general director de Carabineros, Hermes Soto, quien sostuvo que Carlos Alarcón "no era un niño", por lo que no podía ser presionado por nadie, ante lo que Lester señala que el general director sabe que en concreto la situación no es así.
"Carabineros es una institución obediente y no deliberante; él recibió órdenes del abogado y su jefe directo y, en esas circunstancias, hizo lo que cualquier carabinero haría. Si no cumplía lo que le ordenaban, igual lo iban a perjudicar. Acá necesitaban un par de culpables y esos fueron los Gope a quienes el Alto Mando les dio la espalda, sin esperar la investigación", sostuvo Figueroa.
Además agregó que nunca pensó que la viralización del video le costaría su carrera, ya que Alarcón solo quería grabar un video para los Gope del país "y así poder agradecer la ayuda que ellos etaban organizando. El Gope es como una gran familia, y en estas circunstancias actuamos de esa forma".
Sin embargo, agregó que no se arrepiente de grabar a su compañero y que jamás intentó perjudicar la imagen institucional.