En medio de las críticas que enfrenta Carabineros por las acusaciones de la fiscalía de manejar las pruebas de la "Operación Huracán", la institución salió a defender férreamente los antecedentes con que se culpa a Héctor Llaitul y los otros siete comuneros.
"Mantenemos inalterable la convicción respecto de la seriedad de los antecedentes de los imputados", señaló Gonzalo Blu, jefe nacional de Inteligencia de Carabineros.
"Esperamos que el Poder Judicial no acoja el cierre de la causa y siga investigando los delitos terroristas por el bien de la comunidad", agregó.
Desde la fiscalía acusan que la policía uniformada entregó evidencias manipuladas para formalizar a Héctor Llaitul y los otros siete comuneros mapuches involucrados en la investigación.
Ante eso, el fiscal regional de La Araucanía, Cristián Paredes, inició una investigación por obstrucción de la justicia en la policía.
Además, Blu señaló que "es preocupante que una investigación de ocho meses se pretenda cerrar con otra de tres semanas, quedando una veintena de diligencias pendientes", dijo.
En todo caso, el jefe nacional de Inteligencia anunció que Carabineros inició un sumario administrativo para esclarecer las controversias que se han hecho públicas.
Defiende el procedimiento
Blu además señaló que el procedimiento de obtención de información se realizó bajo la autorización adecuada.
"Debo señalar que estos procedimientos especiales de obtención de información, siempre autorizados por un ministro de la Corte, han sido autorizados en otros procesos investigativos", dijo.
Y señaló que en su momento la fiscalía también creyó suficientes dichas pruebas para solicitar la detención de Llaitul y los otros siete involucrados.
"Carabineros, al igual que la fiscalía, tuvo la convicción de que los antecedentes fueron suficientemente sólidos para solicitar la detención y formalización de los imputados", dijo.
