Se retiraría dentro del próximo mes tras haber trabajado 37 años como chofer de la Fuerza Aérea de Chile (FACh). No conocía la Antártica y ese era su sueño, por lo que el comandante de la institución lo invitó a volar en el Hércules C-130 siniestrado este lunes.
El suboficial Santiago Velásquez, de 54 años, buscaba tomar una foto de la Antártica y volver, lo que consideraría su premio antes de jubilar.
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Velásquez tiene una hija, veinteañera, quien también forma parte de la FACh, pero quien no iba a bordo del vuelo. Ella se unió a la institución por su padre y trabajaron un año juntos en la base.
Además, sus padres tienen la esperanza de que se encuentre algo que dé con el paradero de los pasajeros.
"Le estoy rogando a Dios que lo encuentren, como lo encuentren, pero que lo encuentren, para que uno esté tranquilo y sepa si está muerto y una sepultura como debe ser, porque uno no sabe qué pensar", declaró la mamá de Velásquez.
Veinte minutos antes de despegar, el suboficial de la Fuerza Aérea se tomó una foto sentado en el avión y se la envió a su hermano José. Es el último registro que se tiene de él.
Su hermano comentó a T13 que le dijo a Velásquez que le trajera un pedazo de hielo de la Antártica para que celebraran a su regreso.
La FACh indicó que en el avión viajaban 38 personas: 21 pasajeros (3 de ellos civiles) y 17 tripulantes. Actualmente se está llevando a cabo una intensa búsqueda aérea y marítima.
El avión de la Fach tenía programado llegar el lunes cerca de las 19 horas a la base aérea de la Antártica, pero a eso de las 18:13 horas se perdió el contacto con la aeronave.
Después de varias horas de búsqueda, a las 00:40 horas del martes se dio por siniestrada la nave, luego de cumplirse la autonomía de vuelo que tenía.