A cambio de 562.000 euros fue liberado el rehén noruego Kjartan Sekkingstad, quien estuvo casi un año en manos del grupo terrorista filipino Abu Sayyaf. La noticia fue entregada este sábado por la prensa de ese país asiático, que también publicó la cifra por la que fue canjeado el ciudadano europeo, quien fue entregado en la residencia del gobernador de la provincia de Sulu, Sakur Ran.
Sekkingstad, de 57 años, estuvo casi todo ese tiempo en la isla de Samal, en el convulso sur de Filipinas, aunque su puesta en libertad ocurrió en la isla de Joló, unos 900 kilómetros al suroeste de Samal. Según un portavoz regional militar, la puesta en libertad fue una “ramificación de las operaciones militares que se están llevando a cabo para mantener la presión contra” el grupo Abu Sayyaf.
El noruego fue secuestrado junto a dos canadienses y una filipina el 21 de septiembre del año pasado en un complejo hotelero de Samal. Los canadienses, John Ridsel y Robert Hall, fueron decapitados en abril y junio, respectivamente, al no haberse pagado el rescate que pedían los captores. La rehén filipina, identificada como Marites Flor, en tanto, fue puesta en libertad en junio.
Cifras no cuadran
Abu Ramie, portavoz del grupo terrorista, aseguró que el grupo recibió 30 millones de pesos (562.000 euros) por la liberación de Sekkingstad, una cifra muy por debajo de los 300 millones de pesos, o 5,8 millones de euros, que exigía el grupo radical inicialmente. El presidente filipino, Rodrigo Duterte, en cambio, dijo que se pagaron 50 millones de pesos (936.000 euros) a Abu Sayyaf, que ha jurado lealtad a Estado Islámico (EI).
Un puñado de excombatientes de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética fundó Abu Sayyaf en 1991 en la isla de Basilan, en el sur de Filipinas, y desde entonces se le atribuyen atentados violentos y numerosos secuestros con los que se financia. El grupo mantiene secuestrados a ocho malasios, ocho indonesios, un holandés y a varios filipinos. Duterte ha ordenado al Ejército acabar con Abu Sayyaf.