Las consecuencias del huracán Harvey, degradado a tormenta tropical con los días, aún no terminan. El número de muertos continúa subiendo y ya se sitúa en 10, mientras que se espera que durante esta jornada caigan hasta 60 centímetros de agua, lo que provocará más daños a Houston y sus alrededores.
Seis de esas muertes se han producido en el condado de Harris, uno de los más afectados por las continuas lluvias.
Se espera que Harvey vuelva a tocar suelo durante esta jornada y que se acerque a Louisiana.
El gobernador de Texas, Gregg Abbott, le ha advertido a los habitantes del estado que se preparen para un largo proceso de recuperación. "A partir de ahora habrá un nuevo tipo de normalidad en esta región", dijo.
La autoridad agregó que esta es "una de las peores tragedias en la historia del país".
Aunque nadie se atreve a especular todavía con la magnitud de la crisis, se calcula que 30 mil personas han buscado refugio en albergues y que 450 mil buscarán ayuda del gobierno una vez que pase la tormenta.
La ciudad de Dallas ha comenzado a prepararse para recibir a los evacuados, ante la eventualidad de que los centros de Houston colapsen.
Donald Trump visitará hoy Texas, aunque no estaba considerada su presencia en Houston, el epicentro del desastre.