Virus zika: aumentan a 4.783 los casos sospechosos de microcefalia en Brasil
Los casos sospechosos de microcefalia en Brasil volvieron a crecer en la última semana, según cifras oficiales divulgadas en medio de la emergencia internacional declarada por el avance de esa malformación asociada al virus zika.
El ministerio brasileño de Salud informó este martes que hubo 4.783 casos sospechosos de microcefalia (bebés nacidos con cabeza menor a lo normal) registrados desde octubre hasta el sábado, 603 más que el balance de la semana anterior.
Antes de la llegada a Brasil del zika, que es transmitido por el mosquito Aedes Aegypti, hubo cerca de 150 casos de microcefalia durante 2014.
El número de casos de microcefalia sigue creciendo en Brasil desde hace últimas semanas.
El último boletín oficial indicó que 1.113 de ese total de casos notificados por médicos y hospitales en Brasil fueron revisados, y 404 tuvieron "confirmación de microcefalia y/o otras alteraciones del sistema nervioso central, 17 de ellos relacionados con el virus zika”.
Hasta la semana pasada había 270 casos de microcefalia confirmados.
Otros 709 casos sospechosos reportados han sido descartados.
"Necesidad urgente"
El aumento de los casos de microcefalia, sobre todo en Brasil, y las sospechas de que se debe a la propagación del zika en la región llevaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a decretar una emergencia internacional de salud pública el lunes.
Al anunciar la decisión, la OMS señaló la "necesidad urgente" de coordinar esfuerzos internacionales para investigar la correlación entre zika y microcefalia.
Se sospecha que el virus también podría estar vinculado a un incremento de casos de síndrome Guillain-Barré, que en algunas personas llega a producir parálisis, así como otras alteraciones neurológicas.
Los investigadores creen que el avance del virus es la única explicación para la explosión de casos registrados de bebés nacidos con daño cerebral en Brasil, y han establecido que el zika es capaz de atravesar la placenta.
Sin embargo, admiten que quizá falten meses para demostrar el vínculo entre microcefalia y zika, y por ahora carecen de información para responder preguntas básicas, como cuánta gente tuvo el virus.