A las pocas horas de que se conociera que los integrantes de La Manada quedaron en libertad provisional, en las calles de diferentes ciudades de España se vivieron las primeras protestas.
La última decisión de la Audiencia Provincial de Navarra reactivó la indignación social y la movilización feminista, que anunció concentraciones por todo el país para los próximos días.
La deliberación de los jueces de Navarra —con dos votos favorables y uno en contra— ha llegado muy mal para Pamplona, sumida ya en los preparativos para el próximo San Fermín. Es la misma fiesta donde, hace dos años, cinco hombres metieron a una joven de 18 años en un portal de madrugada, la violaron repetidamente, grabaron la secuencia y la dejaran abandonada tras robarle el celular.
De acuerdo a El País, la frase más repetida en la primera concentración de Pamplona no dejaba lugar a la interpretación: “Esta justicia es una mierda”. Por tercera vez en menos de un año, miles de personas —sobre todo mujeres de colectivos feministas de todo el país— se movilizaron por el devenir del caso judicial con mayor contestación social que se recuerda.
“Sentimos una indignación enorme ante una justicia patriarcal que ni protege ni cree a las mujeres”, afirma Justa Montero. Esta feminista y promotora de la huelga en la Comisión 8M augura que el clamor llenará de nuevo las calles como ocurrió el 26 de abril, cuando se hizo pública la sentencia. La indignación por el caso mutó entonces en una enorme tormenta política y social que vuelve a tomar fuerza tanto entre los colectivos feministas como entre los partidos.
Fuentes del Gobierno de Pedro Sánchez, que no se ha pronunciado, han señalado que “los hechos probados son gravísimos”, aunque dejaron claro que el Ejecutivo “no puede ni quiere interferir” en las decisiones judiciales.
Además, a través de las redes sociales se anunciaron marchas en la Plaza Constitución de Madrid y en otras ciudades del país para este viernes.
