Pese a sus diferencias de edad, en la visión política y los valores, en su estilo y personalidad, sus antecedentes, sus intereses y su uso de los medios de comunicación, este martes quedó en evidencia el afecto del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su homólogo francés Emmanuel Macron.
Mientras posaban para una foto, Trump se inclinó y limpió suavemente algo - dijo que era caspa - del hombro de Macron.
"Tenemos que hacerlo perfecto. Él es perfecto", dijo el mandatario estadounidense después de su delicado acto. Momentos antes, Trump señaló que los medios están "siempre diciendo qué gran relación tenemos".
Trump elogió repetidas veces a Macron y dijo a los periodistas: "Hizo un buen trabajo. Va a ser un gran presidente de Francia".
Después de eso, también agarró la mano del líder francés y lo guio hacia la Oficina Oval.
Más tarde en el día, en repetidas ocasiones Macron se acercó a Trump y le dio unas palmaditas en el brazo mientras hablaba de sus esperanzas con respecto al acuerdo nuclear de Irán.
Cuando se conocieron hace casi un año, el Presidente francés sorprendió al estadounidense con un apretón de manos interminable en la cumbre de la OTAN. Trump tenía fama de estrechar la mano con fuerza y un pequeño tirón, como marcando territorio, y Macron, como confesó más tarde, lo desafió a propósito.
Esta vez, en la visita de Estado, Macron se acercó y lo besó en la mejilla.Trump correspondió algo sorprendido al principio, pero luego tomó la iniciativa, sonriente, muchas veces después.
No es primera vez que un Presidente de Estados Unidos tiene una relación tan afectiva con otro mandatario. El ex Presidente Barack Obama y el líder canadiense JustinTrudeau también tuvieron una especial amistad durante su mandato. Obama, de hecho, la denominó "bromance".