Este miércoles, el gobierno Nicolás Maduro señaló que un arsenal incautado en Colombia estaba destinado a provocar atentados en Venezuela que incluían el asesinato del propio mandatario.
Citando medios de prensa colombianos, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, dijo que ese arsenal fue encontrado en un vehículo en una ruta del país limítrofe el lunes e incluía 26 fusiles de asalto, visores nocturnos y silenciadores.
"La intención principal era introducir (en Venezuela) grupos de asalto que se encargaran del asesinato selectivo del presidente de la República, del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (Diosdado Cabello), de vicepresidentes y ministros", afirmó Rodríguez en la televisión estatal.
Indicó que el valor del material es de medio millón de dólares y responsabilizó al presidente colombiano, Iván Duque, de fomentar la violencia en Venezuela.
Según Rodríguez, entre los implicados en el plan figura el general retirado Clíver Alcalá, quien fuera un cercano colaborador del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013).
"Con esos 500.000 dólares Iván Duque hubieras podido comprar 83.333 kits para diagnóstico del COVID-19, pero prefieres gastarlo en armas para entregárselo a Clíver Alcalá Cordones para que promueva, conduzca, coordine la penetración de tres grupos de asalto entrenados en Colombia para generar eventos de violencia en Venezuela", recalcó el ministro venezolano.
Las relaciones entre ambos vecinos están interrumpidas. Duque considera ilegítima la elección de Maduro en 2018 y reconoce como presidente encargado de Venezuela al jefe del parlamento Juan Guaidó.
Las acusaciones de Caracas contra Duque son frecuentes.
En febrero pasado, la Fuerza Armada venezolana emprendió ejercicios ante supuestos planes de agresión detrás de los cuales, según el gobierno socialista, se encuentran Estados Unidos, Colombia y Brasil.
Siguiendo con los señalamientos, el pasado 7 de marzo Maduro denunció un supuesto plan de Estados Unidos para desatar un conflicto que justifique una intervención militar en Venezuela con la ayuda de los vecinos Colombia y Brasil.
Las autoridades colombianas, por su parte, detuvieron y expulsaron el pasado 12 de marzo a tres supuestos policías venezolanos acusados de planes para atentar contra opositores venezolanos cobijados en Colombia.
Venezuela y Colombia, que comparten una porosa frontera de 2.200 kilómetros, no tienen relaciones desde hace un año, cuando Maduro las rompió por el apoyo de Bogotá al fallido ingreso de ayudas enviadas por Estados Unidos promovido por Guaidó.