La OMS declaró este viernes que "no hay razón para no utilizar" la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca, tras la suspensión de su aplicación como medida de precaución en varios países europeos.
"Sí, deberíamos continuar utilizando la vacuna de AstraZeneca", "no hay razón para no utilizarla", declaró Margaret Harris, una vocera de la Organización Mundial de la Salud este viernes en un punto de prensa de la ONU en Ginebra.
Durante este jueves, países como Dinamarca y Noruega, entre otros, pausaron el suministro del antídoto mientras se espera "más información" sobre una eventual relación entre esta y la formación de coágulos sanguíneos.
La respuesta de Reino Unido
El gobierno británico defendió este jueves la vacuna desarrollada por el laboratorio AstraZeneca y la universidad de Oxford tras su suspensión en Dinamarca, calificándola de "segura" y "eficaz" y afirmando que seguirá utilizándose en el Reino Unido.
"Hemos dejado claro que (la vacuna) es segura y eficaz", dijo a la prensa un portavoz del primer ministro Boris Johnson. "Cuando se pide a la gente que se presente para recibirla, deben hacerlo con confianza", agregó.
"Y de hecho se están empezando a ver los resultados del programa de vacunación en cuanto al número (menor) de casos que estamos viendo en todo el país, el número de muertes, el número de hospitalizaciones", subrayó.
Los temores de Dinamarca
Dinamarca anunció el jueves que suspendía el uso de la vacuna de AstraZeneca/Oxford como medida de precaución debido a la preocupación por la aparición de coágulos de sangre en personas vacunadas.
La agencia danesa de salud subrayó sin embargo que aún no se había establecido ninguna relación entre la vacuna y dichos coágulos.
Un portavoz de AstraZeneca aseguró que "la seguridad de la vacuna se ha estudiado ampliamente en los ensayos clínicos de fase III y los datos revisados por expertos confirman que la vacuna ha sido generalmente bien tolerada".
Austria ya anunció el lunes que había dejado de administrar un lote de vacunas producidas por el laboratorio británico, después de que una enfermera de 49 años muriera por "graves trastornos de coagulación" días después de recibirla.
Otros cuatro países europeos, Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo, suspendieron inmediatamente la vacunación con dosis procedentes de dicho lote, que se entregó a 17 países y que incluía un millón de vacunas.