AFP
Una tigresa que había matado a cuatro personas en el centro de India murió accidentalmente en una valla electrificada, anunció un responsable local este domingo, dos días después que la justicia ordenara abatirla.
"Murió electrocutada el sábado a las 2:30, hemos recuperado su cadáver", afirmó Rishikesh Ranjan, responsable de la Pench Tiger Reserve. "La valla había sido levantada por los aldeanos para protegerse de los animales salvajes, principalmente de los jabalíes", explicó.
Un tribunal del estado de Maharashtra había ordenado el viernes que se matase al felino después de que causase su cuarta víctima.
La tigresa, conocida como "Kala" ("Negra" en hindi), había sido capturada en julio tras haber matado a dos aldeanos y herido a otros cuatro en Brahmapuri, en el estado de Maharashtra.
Le habían colocado un collar con emisor de radio antes de dejarla en libertad en la reserva de Bor, pero el felino volvió a atacar a humanos matando a otras dos personas.
Los tigres no suelen atacar a las personas, pero algunos expertos piensan que pueden desarrollar un gusto por la carne humana tras un primer ataque.
En India vive la mitad de la población mundial de tigres, 2.226 ejemplares según el último balance oficial establecido en 2014.
En octubre de 2016, una tigresa había sido abatida en el norte de India al término de una impresionante cacería de 44 días en que se movilizaron drones, helicópteros, elefantes y perros de caza.
El animal, de tres años, había sido acusado de matar a tres aldeados y herir a otros tres desde septiembre. Los habitantes había celebrado su muerte desfilando durante casi tres horas con la carcasa del animal, que los guardas forestales abatieron de un disparo.