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Con 55 votos a favor el senado brasileño aprobó este jueves la suspensión de la Presidenta Dilma Rouseff para la realización de un juicio político. Por la negativa votaron 22 parlamentarios.
En la antesala de la votación, 41 senadores habían expresado su apoyo a la destitución temporal de Rousseff, que la apartará del poder durante 180 días a la espera de que los legisladores tomen una decisión definitiva.
"Es desproporcionado, es como si quisiéramos penalizar con pena de muerte una infracción de tránsito", dijo Gleisi Hoffmann, jefa de gabinete de Rousseff.
El líder opositor Aécio Neves (PSDB) destacó que fue "el descontrol de la economía lo que llevó a Brasil a la mayor recesión de la historia".
La presidenta brasileña, es acusada de usar dinero de bancos públicos para costear programas del gobierno y "maquillar" el déficit fiscal violando normas destinadas a evitar esas prácticas. Sin embargo, el oficialismo se ha defendido y la propia mandataria ha señalado que "va luchar (contra la destitución) con todas mis fuerzas, usando todos los medios disponibles".
De momento no han habido reacciones de Gobierno, pero con anterioridad se anunció que una vez realizada la votación se emitiría una declaración en video que grabó la Presidenta.
Tras la suspensión, asumirá en el cargo su vicepresidente Michel Temer, a quien Rousseff ha acusado de perpetrar un "golpe moderno".
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