Un poderoso y poco profundo terremoto sacudió la mañana del martes la isla de Masbate, en el centro de Filipinas, dejando al menos un muerto, además de derrumbar algunas viviendas y provocar daños en edificios públicos y carreteras.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) calibró inicialmente la magnitud del sismo en 6,6, aunque luego la revisó en 6,7; mientras que el Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs) lo situó en 6,6 grados en la escala Richter y su epicentro a 5 kilómetros al suroeste de la localidad de Cataingan, donde se sintió con intensidad destructora, debido a que su profundidad fue de apenas un kilómetro.
Ladrillos caídos y otros daños dispersos fueron evidentes en la ciudad costera cercana al epicentro, donde la gente se precipitó fuera de hogares y oficinas por seguridad.
El Phivolcs dijo que no había amenaza de tsunami por el sismo que fue provocado por la Falla de Filipinas. "No podemos descartar la posibilidad de otro terremoto de gran magnitud, pero principalmente esperamos réplicas más débiles", indicó el director del instituto, Renato Solidum.
La delegación provincial en Masbate del Centro Nacional de Reducción de Riesgo de Desastres informó en su reporte preliminar de daños de que un hombre falleció en el derrumbe de su casa en Cataingan, mientras una mujer resultó herida.
Daños en Cataingan
La oficina de la Cruz Roja de Filipinas en la provincia de Masbate publicó en las redes sociales imágenes de las consecuencias del terremoto, que provocó profundas gritas en calles y carreteras, desconchó fachadas de edificios de apartamentos, causó destrozos en el mercado público y en el puerto de Cataingan y derrumbó decenas de viviendas endebles ubicadas en las zonas más empobrecidas de la costa.
El temblor se sintió también en las vecinas islas de Panay, Samar, Leyte y Negros, y en las provincias de Albay y Sorsogon, en el extremo sur de la isla de Luzón.
Las Filipinas se encuentra en el "Anillo de Fuego" del Pacífico, un arco de fallas alrededor del Océano Pacífico donde ocurren la mayoría de los terremotos del mundo. En 1990, un terremoto de magnitud 7,7 mató a casi 2.000 personas en el norte del país.